Junts per Catalunya ha denunciado públicamente el dispositivo policial desplegado por la Guardia Civil en el barrio del Serrallo de Tarragona, que califica de “operativo desproporcionado y humillante” contra la comunidad pesquera. Según el partido, la actuación “ha convertido un oficio histórico en sospechoso” y ha puesto “en el punto de mira a familias que viven honestamente del mar”.
El portavoz municipal, Jordi Sendra, ha lamentado que “el Serrallo no es un escenario de delincuencia, sino un barrio de gente honrada”. “Las barcas del Serrallo han dado vida a Tarragona durante siglos —ha añadido— y tratarlos como criminales es una vergüenza y una falta de respeto intolerable”.
Sendra considera que el operativo se enmarca dentro de “una escalada de presión injustificada” promovida por “la burocracia de Bruselas y el exceso de cel administrativo” que, según Junts, pone en peligro la continuidad del sector pesquero. “Las restricciones absurdas, la reducción de días de trabajo y los registros indiscriminados son un golpe mortal a la dignidad y al futuro de nuestro barrio marinero”, ha denunciado.
El portavoz ha remarcado que “en Bruselas quizás no saben qué es levantarse a las cuatro de la mañana para salir a la mar con temporales, redes y motores viejos, pero aquí sí que lo sabemos”, y ha advertido que Junts “no permitirá que se ahogue a nuestra gente con papeles y sanciones”.
La formación pedirá explicaciones por escrito a la subdelegada del gobierno del Estado y llevará el tema al próximo pleno municipal, con una batería de preguntas sobre la actuación policial. También ha anunciado que trabajará con la Cofradía de Pescadores para defender “la identidad y el futuro del Serrallo”.
“Este barrio es el alma marítima de Tarragona”, ha subrayado Sendra, que ha concluido con contundencia: “Si la Unión Europea y la Guardia Civil quieren buscar delincuentes, que vayan a otros lugares. En El Serrallo encontrarán trabajadores, no criminales.”
Operativo policial en el Serrallo
Según ha informado la Guardia Civil, el operativo desplegado este miércoles en el puerto pesquero de Tarragona tuvo como objetivo garantizar el consumo seguro de los productos pesqueros, así como el control sanitario, la trazabilidad y el cumplimiento de las normas de sostenibilidad, como los cupos, vedas y tallas mínimas de las capturas.
Agentes del SEPRONA y del Servicio Marítimo Provincial inspeccionaron cuatro embarcaciones de arrastre y once vehículos que salían del puerto, detectando cuatro infracciones en materia de pesca marítima profesional y tres en transporte.
Entre los casos denunciados, un pescador llevaba 12,4 kilos de pescado que alegó ser para autoconsumo, a pesar de que la cantidad máxima permitida es de 3 kilos. Otros dos intentaban sacar productos no reglamentarios del puerto, mientras que un cuarto lo hacía sin acreditar su trazabilidad.
En cuanto a las infracciones de transporte, los agentes detectaron que se intentaba trasladar productos perecederos sin las condiciones técnicas necesarias para mantener la temperatura adecuada. En total, se intervinieron 15,22 kilos de pescado, que fueron entregados a beneficencia.
