El Ayuntamiento de Salou ha conocido este viernes la resolución sobre la gestión del contrato de limpieza y recogida de residuos, que estaba dividida en dos lotes diferentes. En el primer lote, que era el único en el que se presentaban más de una empresa, la ganadora tanto de la parte técnica como de la parte económica ha sido la empresa GBI Serveis. Aunque faltaría el informe de los técnicos, presumiblemente esta será quien se lleve la adjudicación.
El primer lote hacía referencia a los servicios de recogida y transporte de las fracciones; resto, orgánica, envases ligeros, papel y cartón, vidrio, muebles, voluminosos y pilas, poda y jardinería, limpieza viaria, limpieza de playas, recogida selectiva de playas y gestión de la deixalleria fija; deixallerías móviles y minipuntos limpios. La duración del contrato para este lote es de 12 años y tenía como pretendientes Fomento Construcciones y Contratas (FCC) y GBI Serveis. Por otro lado, el segundo lote hacía referencia a los servicios de gestión de las fracciones: aceite doméstico usado y ropa y calzado. Cuenta con una duración de 5 años y solo había una empresa que se presentaba: Humana-Fundación Pueblo para Pueblo.
La capital de la Costa Dorada cierra así un camino que ha tenido que superar algunos obstáculos para poder adjudicar el nuevo contrato y cambiará de esta manera la empresa que gestiona la limpieza y la recogida de residuos. Esto se debe a que UTE Salou Net (Urbaser y Nordvert), que la gestionaba hasta entonces, no se volvió a presentar. Si no hay ninguna sorpresa, su lugar lo ocupará GBI Serveis. El Pleno del mes de septiembre lo tendrá que confirmar y unos meses más tarde ya podría empezar a desarrollar su trabajo.
GBI Serveis, filial de una empresa francesa
Aunque GBI Serveis es una empresa fundada por el empresario de Lloret de Mar Gustavo Buesa, desde este mismo año la empresa francesa líder en recogida de residuos, Paprec, se quedó con el 60% de sus acciones. Tomando así el control y aumentando su presencia en España. Paprec goza de renombre en el estado vecino, pero el CEO de su división extranjera, Jean-Luc Petithuguenin, está inmerso en un presunto caso de corrupción por la construcción de una planta de selección de residuos en l’Oise (Francia).