Con la llegada de la Navidad, la afluencia de público en las áreas comerciales y de servicios de la población se incrementa de forma muy significativa. Para contribuir a una mayor seguridad de estas zonas, el Ayuntamiento de Torredembarra ha puesto en marcha el “Plan de Seguridad - Dispositivo policial - Navidad 2022” que se desarrolla de forma prioritaria en la zona del centro – eje comercial y el polígono industrial Roques Planes.
Por parte de la Policía Local y los Mossos d’Esquadra, se efectúa un refuerzo de agentes con los patrullajes mixtos entre cuerpos para aumentar los niveles de prevención y compromiso de servicio mediante la estrategia de un modelo de trabajo basado en la proximidad. De este modo, se han dividido las zonas comerciales de la población en cuatro sectores que son cubiertos diariamente por 5 agentes de seguridad ciudadana y proximidad, 2 agentes de tráfico y 1 cabo.
Este plan, vigente desde el día 10 de diciembre y hasta el 8 de enero, tiene como objetivos principales prevenir la comisión de actos delictivos, vigilancia de la venta ambulante ilegal, garantizar los derechos de consumidores y usuarios, garantizar la seguridad vial, etc.
Dentro del plan se contemplan las siguientes campañas: control de alcoholemia, de seguridad y proximidad con patrullajes mixtos y campaña de seguridad al consumidores con inspección de establecimientos multiprecio.
De hecho, el jueves y viernes pasado se llevaron a cabo estas inspecciones en un total de cinco establecimientos multiprecio en diferentes puntos del municipio, en esta ocasión acompañados y con la colaboración de una subinspectora de Trabajo un día y de un inspector de Trabajo el segundo día y también una inspectora de la Agencia Catalana de Consumo.
Se ha constatado que cada año son menos los objetos con deficiencias. Aun así, se ha ordenado la inmovilización y autodestrucción de más de 300 productos. Los agentes han detectado una reducción de las infracciones y esta mejora se debe al conocimiento adquirido por parte de los propios comerciantes, los cuales han ido verificando que los juguetes que tienen a la venta se ajustan a la normativa. Por otra parte, a diferencia de años anteriores, el 100 % de los productos han sido destruidos voluntariamente por los comerciantes, por no ser aptos para la venta.
