Durante 2023, la Empresa Municipal Mixta de Aguas de Tarragona ha reducido la huella de carbono global en un 3,8%, respecto al año anterior, y las emisiones derivadas de su actividad propia han bajado un 10,3%.
La huella de carbono es el indicador de la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos, expresados en unidades de toneladas CO2 equivalente.El cálculo que realiza Ematsa, verificado por la certificadora ICDQ, incluye las emisiones directas e indirectas por el consumo de energía eléctrica generadas por la actividad de la compañía y otras emisiones indirectas, sobre las que no tiene control, pero que sí son consecuencia de la actividad desarrollada del ciclo integral del agua en los municipios de Tarragona, La Canonja,Els Pallaresos y El Catllar.Así, el año pasado se emitieron el equivalente a 79 g de CO2 por m3 de agua facturada, esto supone un total de 2.609 toneladas de CO2 equivalentes y que se corresponden a la citada rebaja del 3,8% respecto a 2022.
El presidente de Ematsa, Rubén Viñuales, valora de manera positiva los datos "estamos satisfechos con los resultados obtenidos durante 2023. La reducción significativa de las emisiones directas y la disminución global de nuestra huella de carbono son un testimonio del compromiso continuo de Ematsa con la sostenibilidad y la reducción del impacto ambiental de su actividad".
En cuanto a las emisiones directas, destaca la reducción del consumo de combustibles fósiles que ha disminuido un 15% respecto al año anterior, el principal motivo se encuentra en la sustitución progresiva de vehículos de combustibles fósiles por eléctricos e híbridos.También se han reducido en un 14,4% las emisiones del proceso de depuración gracias a las medidas de eficiencia energética implantadas en las estaciones de depuración de agua residual.El consumo de reactivos tiene impacto en las emisiones indirectas y éste ha bajado un 2,6% y el uso de material hidráulico también ha disminuido su impacto en un 21,5%.
Compromiso VIA2030
Desde 2013, la compañía está adherida al programa de acuerdos voluntarios para la reducción de las emisiones de GEI de la Oficina Catalana del Cambio Climático (OCCC) y evalúa su huella de carbono siguiendo el estándar que fija la Norma ISO14064.En este sentido, Ematsa sigue la hoja de ruta VIA2030 que fija la estrategia para los próximos años y donde se ha establecido como objetivo reducir la huella y continuar implementando medidas adicionales en la lucha contra el cambio climático.Estas giran en torno al ahorro energético, la implantación de fuentes de energía renovable, la compra de energía eléctrica con certificado de origen renovable, la sustitución de la flota de vehículos, la racionalización de la climatización y la valorización de residuos.