El Puerto de Tarragona entra en la tercera fase de la construcción del muelle de Baleares

21 de julio de 2020 a las 10:19h

El Puerto de Tarragona entra de lleno en la tercera fase de la construcción del muelle de Baleares con la colocación del banquillo de cimentación y el enrasado del material que se ha depositado en el fondo marino para la futura colocación de los cajones. 

La tarea de nivelar el banquillo de cimentación es clave para el posterior enrasado. El banquillo de cimentación consiste en colocar el material de escollera, proveniente de la cantera de Vallcarca, de forma más uniforme con la ayuda del gánguil Ardenza. Posteriormente, se colocará la grava de enrasamiento que consiste en crear un lecho de piedra más pequeña para obtener una superficie plana donde, en fases posteriores, colocar los cajones de hormigón. 

Ambas tareas -banquillo de cimentación y grava de enrasamiento- las lleva a cabo el gánguil Ardenza, una embarcación proveniente de Galicia y de 52,48 m de eslora, y 700 m3 de capacidad, está equipada con una excavadora. Es por ello que se utiliza como embarcación auxiliar para las tareas más delicadas de finalización del banquillo y para colocar la grava de enrasamiento. 

Los trabajos de colocación de las 1.232.000 toneladas de material de la escollera continúan a buen ritmo, una vez que la fase de enrasado esté completada se pasará a la colocación de los cajones fabricados en el dique flotante "Mar del Aneto". Este proceso es clave para fijar las bases del nuevo muelle. 

La fabricación de cajones a punto de empezar 

El dique flotante "Mar del Aneto", instalado en el muelle de Cataluña, comenzará a fabricar los cajones en las próximas semanas. Estos cimientos de hormigón se colocarán encima del material de la escollera de la base una vez que el material esté enrasado. 

Se fabricarán 11 cajones de 41,05 m de eslora, 16,75 m de manga y 21,30 m de alto. El peso de un cajón vacío será de 7.288,80 toneladas, mientras que lleno se calcula que será de 33.440,65 toneladas. 

Un nuevo muelle lleno de oportunidades 

El nuevo muelle de Baleares transformará la fisonomía del Puerto de Tarragona. Esta nueva infraestructura cambiará de forma sustancial el espacio del dique de Levante destinado al atraque de los cruceros, ya que tendrá una superficie de 4 hectáreas y 460 metros de largo. 

La línea de atraque total será de 700 metros, ya que, en 240 de estos 460 metros de longitud, se podrá atracar en ambos lados llegando a doblar el número de cruceros que podrán atracar simultáneamente y, también, acoger los cruceros más grandes del mundo. 

En un futuro, la nueva infraestructura también podría ampliar servicios para sólidos a granel y terminales multipropósito.