El grupo de investigación Memtec de la URV crea cápsulas biodegradables

17 de mayo de 2023 a las 11:58h

Uno de los principales problemas ambientales actuales es la enorme cantidad de plásticos que se acumulan en el medio, sobre todo en el mar, sin degradarse y contaminándolo. Muchos son visibles, pero hay otros que pasan desapercibidos por su dimensión y que son igualmente nocivos. Es el caso de los microplásticos con los que se encapsulan los componentes activos de los productos de limpieza y cuidado personal. Un proyecto del grupo de investigación Memtec (Materials, Membrane and Encapsulation Technology) del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad Rovira i Virgili desarrolla microcápsulas que, una vez hayan hecho su función, se biodegraden rápidamente.

“Hace tiempo que colaboramos con empresas multinacionales en torno a la innovación, entre otros temas trabajando en la encapsulación de los componentes activos de sus productos, como detergentes, cremas, jabones… Preparamos microcápsulas de varios tipos en función de lo que necesiten, que reaccionen con la luz, que tengan estabilidad, que prolonguen un perfume, que se adhieran a los tejidos…” Lo explica Marta Giamberini, miembro de Memtec y una de las responsables del estudio, que apunta que la función de las microcápsulas es servir como vehículo para los componentes activos (un colorante, un perfume, una enzima…), protegerlos y darles estabilidad, realzar sus propiedades y optimizar el proceso de aplicación.

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En los últimos años, sin embargo, la normativa europea se ha vuelto mucho más estricta con respecto a las microcápsulas, que suelen ser de plásticos y que una vez liberan el componente activo se degradan con mucha dificultad y acaban en las aguas residuales. “Hasta ahora la idea era que este material tenía que aguantar mucho, pero ahora esto no cuadra con las nuevas políticas medioambientales y nos centramos en el hecho de que resista solo hasta que haya hecho su función”, apunta otro de los miembros del grupo de investigación, Xavier Montané. Y es aquí donde entra en juego el proyecto de la URV, tal como asegura Marta Giamberini: “Gracias a toda esta experiencia que tenemos, estamos empezando a desarrollar microcápsulas basadas en polímeros naturales que se pueden degradar fácilmente.”

Giamberini explica que, de momento, la investigación se hace con cápsulas a una escala más grande, que permita una mejor manipulación y facilite la caracterización, utilizando un colorante azul como agente blanqueador. Después, una vez comprobado que estas nuevas macrocápsulas se biodegradan, reducirán el tamaño para asegurar que, a escala real, tienen los mismos efectos. Entonces será cuando se podrán introducir en el mercado y contribuir, de esta manera, a reducir la emisión de plásticos al medio ambiente.

Además de Giamberini y Montané, en el proyecto, publicado en ScienceDirect, también participan los investigadores Yasmin Kabalan, Bartosz Tylkowski y Sílvia De la Flor.