Un año más, los habitantes de Morell han demostrado tener mucha imaginación y aún más ganas de pasarlo bien, y es que el Carnaval de Morell ha terminado con el listón muy alto, con disfraces muy elaborados y una gran participación.
Después de dos años sin celebración, “todo el mundo tenía muchas ganas de recuperar esta fiesta y disfrutarla al máximo, y ha quedado demostrado con la gran animación que ha habido durante todo el fin de semana”, reconocen las concejalas de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento del municipio, Mònica Casas y M. Jesús Valldosera.
Así, más de 500 personas no dejaron pasar la oportunidad de salir en la gran rúa de Carnaval del sábado por la tarde, que reunió a una decena de carrozas de chinos, piratas, campesinos, minions, la familia Addams, esponjas de túnel de lavado, mimos o miembros de la Guardia Real de Inglaterra, entre otros.
Al final de la rúa, y después del satírico discurso del Rey Carnestoltes, se hizo la entrega de una escoba de Carnaval especial para premiar el esfuerzo de una de las comparsas, “Chin-na”, que se quedó sin carroza justo el viernes por la tarde a causa de un incendio, y finalmente participó en la rúa gracias a la cesión de un vehículo por parte del Ayuntamiento. Además, resultó también la comparsa ganadora del premio a la mejor carroza.
Posteriormente, todas las comparsas se trasladaron a cenar al pabellón municipal y, ya con la barriga llena, continuó la entrega de premios. La escoba de bronce fue para los chinos de “Chin-na”; la escoba de plata, para los coches y las esponjas de túnel de lavado de “Net i polit” y, finalmente, la escoba de oro se la llevaron los miembros de la Guardia Real de Inglaterra y la Reina Madre de “The Royal Family”.
El jurado, además, reconoció al resto de comparsas con diplomas a la comparsa más animada, la más natural, la más terrorífica, la más camuflada o la más salada. A continuación, fin de fiesta con DJ, con música y baile hasta la madrugada.
Carnaval para todos
Los niños también tuvieron su protagonismo el viernes, con la rúa de la guardería Dolça del Morell y la Escuela Ventura Gassol. Los más pequeños se convirtieron en unas divertidas piñas, mientras que el alumnado de la escuela hizo viajar a todo el público asistente por todo el mundo con sus originales disfraces.
Al terminar, el pabellón municipal acogió la merienda, en la que por primera vez se incorporó una opción para niños celíacos, y la Pequeña Gran Fiesta de Carnaval, con la propuesta “Quin sarau” de los Xarop de Canya.
Y para rematar, el domingo se celebró la Fiesta del confeti en la plaza de la Font. Un espectáculo hizo cantar y bailar a pequeños y mayores antes de quedar bien cubiertos de papelitos de colores. Finalmente, se procedió a la quema del Rey Carnestoltes para despedir el Carnaval 2023, combinando tradición y diversión en unos días de juerga justo antes del inicio de la Cuaresma.
