El Ball de Diables de la Canonja, 10 años con la llama encendida

13 de diciembre de 2023 a las 13:20h

"10 años, 10 bailes". Bajo esta premisa el Ball de Diables de la Canonja querían montar el correfoc que pusiera punto final a los actos de celebración por su décimo aniversario. El Ayuntamiento se sumó a la idea y los diablos canonginos elaboraron un cartel con bailes 100% tradicionales para encender todas las calles del municipio este viernes 11 de agosto a partir de las 22.15 horas. Desde la calle de les Garrigues, el Ball de Diables de Valls, el Ball de Diables de Reus, el Ball de Diables de Sant Miquel i Diables de la Riera del Gaià, el Ball de Diables 7 Pecats Capitals de la Pobla de Mafumet, el Ball de Diables de Banyeres del Penedès, el Ball de Diables de Tarragona, el Ball de Diables de Ribes Colla Jove, el Ball de Diables de Sabadell y el Ball de Diables de Vila-seca se unirán a los de la Canonja para celebrar una década de fuego y cultura popular.

El Ball de Diables de la Canonja en Banyeres del Penedès. Fotografía: @delrubik

El correfoc de este viernes ha sido precedido por una serie de actos que muestran la transformación de los Diables de la Canonja y también de mucho trabajo de quien los ha impulsado. "Ha sido un año y medio muy duro porque hemos tenido mucho trabajo para informarnos y también para ejecutar todos los cambios", relata Miquel Sabaté, presidente de la entidad. Unas modificaciones que llevan el baile a incorporar por completo los elementos de lo que se denomina modelo penedesenc.

 

10 años de recorrido

El periplo del Ball de Diables de la Canonja hasta hoy ha tenido sus altibajos, pero ha sido un elemento indispensable para estimular la cultura popular del pueblo. De hecho, era uno de los objetivos en 2013, cuando tres compañeros canonginos decidieron crear un baile de diablos que dinamizara un séquito que se reduce principalmente en los gigantes. "Cuando se hacía el correfoc de la Fiesta Mayor y venía el Ball de Diables de Tarragona, la gente salía a la calle y les gustaba bastante", describe Miquel Sabaté. Las ganas de hacer hervir el pueblo y la buena aceptación que tenían los actos tradicionales de fuego les acabó de empujar para iniciar este camino.

Como en la mayoría de proyectos, la entidad también sufrió momentos más complejos. Después de que en 2017 el Ball obtuviera unos estatutos y un reglamento interno propio, las tres personas que impulsaron la iniciativa decidieron apartarse por el desgaste. Entonces, un grupo de jóvenes se pusieron al frente de la entidad y empezaron a realizar "unos cambios a nivel de imagen para hacerla más atractiva para la juventud y evitar que desapareciera", explica en primera persona Miquel Sabaté. Entre ellas, la potenciación del baile infantil -creado en 2014- fue clave para establecer las bases de los nuevos Diables de la Canonja. "Si tienes un baile de diablos infantil consolidado, el relevo lo tienes asegurado", declara.

La parada forzada por la covid fue definitivamente un punto de inflexión. Miquel Sabaté explica que fue un momento en que tuvieron tiempo para conocer mejor toda la historia de los bailes de diablos tradicionales y se forjaron las transformaciones que se han visto este año.

 

Abrazando el modelo penedesenc

Los Diables de la Canonja no nacieron con un modelo de baile de diablos concreto, sino con un modelo más bien híbrido. Dentro de los bailes de diablos tradicionales, existe lo que se denomina modelo Camp de Tarragona o de participación individual, que tendrían como principal ejemplo del territorio los Diables de Reus, y el modelo penedesenc, que sería el que siguen los Diables de Tarragona. En sus inicios, los de la Canonja cogían elementos del modelo de participación individual, como que los vestidos tuvieran los motivos cosidos y fueran de propiedad individual; mientras que también contaban con otros del modelo penedesenc, como la presencia de las figuras de Lucifer y la Diablesa o el carro.

Ball de Diables de la Canonja. Fotografía: Lila Alberich 

De entrada, Miquel Sabaté recuerda que "empezaron a comprar vestidos de la gente que se había marchado del baile para poderlos ceder a quienes entraban y evitar que necesitaran una inversión tan grande", dejando de lado progresivamente el hecho de que el vestido fuera del miembro de la entidad. Posteriormente, hubo el debate sobre cuál era el modelo que preferían. "Nos gustaba más el modelo penedesenc porque tiene más riqueza en el ámbito de personajes, de roles, cuenta con el baile hablado... Además, también creíamos que en aquel momento la colla era más penedesenca por su modelo de funcionamiento", recuerda Sabaté.

Arcángel San Miguel. Fotografía: Pep Torrents

La celebración de los 10 años ha servido para acabar de hacer la metamorfosis de la entidad. Por un lado, incorporando la figura del Arcángel San Miguel, que se basa en el Arcángel de la iglesia de San Sebastián de la Canonja, y, por otro, con los nuevos vestidos del baile, que pasan de tener los motivos cosidos a tenerlos pintados.

Nuevo vestuario del Ball de Diables de la Canonja. Fotografía: Pep Torrents

Un refuerzo para la cultura popular

La creación del Ball de Diables de la Canonja y su crecimiento ha sido también un impulso para la cultura popular del pueblo. "El Ball de Diables ha sido la punta de lanza para que la gente participe en el séquito popular, más allá de los gigantes. Hemos tenido mucha gente que hasta ahora no conocía el séquito de la Canonja y la cultura popular de Cataluña", describe Sabaté. En paralelo, otras personas también crearon el Mico de la Canonja y esto acabó de establecer sinergias entre los diferentes elementos canonginos. Se creó la coordinadora de entidades y se hizo trabajo conjunto entre los geganters, el Mico y el Ball de Diables "para poner orden y organizarnos mejor entre los tres".

Aparte de los mismos diablos y las figuras que se han incorporado al baile, en 2019 se decidió crear el Mamut a través de los presupuestos participativos del Ayuntamiento y en 2021 se estrenó. Aunque la nueva bestia de fuego es de titularidad municipal, los Diables son quienes lo gestionan gracias a un convenio. "En el ámbito de la masa social, tuvimos mucha gente nueva que se apuntó a raíz del Mamut", apunta Sabaté para describir el impacto que ha tenido la bestia en la dinámica del pueblo.

Entre los actos del décimo aniversario, que han tenido una fuerte afluencia de público del pueblo, estaba la Mesa redonda del 20 de mayo. En aquella ocasión, pudieron hacer pedagogía para explicar qué son los bailes de diablos y por qué actúan de esta manera. Una tarea que quieren trasladar el próximo curso al instituto y a la escuela. Haciendo así cada vez más grande una familia que actualmente cuenta con casi un centenar de inscritos y que inicia una nueva etapa.