Esta Fiesta Mayor de San Martín hará diez años que salió por primera vez el grupo de Cabezudos Pequeños del Embrujo, acompañado de la agrupación de los Martinets de la Escuela Municipal de Música El Morell. Una efeméride que se celebrará este sábado 4 de noviembre a partir de las 10.30 horas con un pasacalle con grupos invitados que saldrá de la avenida de la Granja. Además, al terminar, habrá un concurso libre de cabezudos en la plaza de la Font. Un acto que se incluye en la programación de la Fiesta Mayor de San Martín.
Pero aprovechando el aniversario, hemos querido conocer los detalles de este baile que sentimos tan morellense, y que siempre ha recibido el apoyo de la concejalía de Cultura y fiestas de el Ayuntamiento del Morell, y hemos hablado con la jefa de la sección de los cabezudos pequeños del Embrujo, Míriam Ayza, y también con la jefa de estudios de la Escuela Municipal de Música El Morell, Natàlia Porté.
“Desde el Embrujo hacía tiempo que se querían recuperar los cabezudos más pequeños de la entidad. El Sol y el Payaso solían salir a los pasacalles, llevados por los hijos e hijas de miembros del Embrujo, y los dos "negritos" también estaban por el local, pero hacía muchos años que no salían”, recuerda la primera. Y aquí entró en juego también la Escuela Municipal de Música El Morell, “donde hacía tiempo que nos planteábamos sacar adelante un grupo con instrumentos tradicionales, gralla y timbal”, expone la segunda. Así, el curso 2013-2014 se formaron Els Martinets, y empezó a tomar forma la creación del Baile de Cabezudos Pequeños.
Se cogieron los “negritos” y el Payaso, construidos por Pere Joan Granell y Josep Barberà, miembros fundacionales del Embrujo, al inicio de los años 80, y el Sol, que fue comprado en 1985 en "El Ingenio" de Barcelona. Pero entonces surgió la idea de hacer tres parejas de cabezudos para que bailaran 6 niños a la vez. Por eso se restauraron los “negritos”, una tarea que fue a cargo de Isidro Ayza, y se construyeron la Luna y la Payasa para completar la colección, de las cuales se encargaron Eudald Ferré.
También se tuvieron que crear las nuevas vestimentas, de las cuales se encargaron Anita (Ana Casado), vecina del Morell y abuela de una de las primeras lunas del baile de cabezudos, Eric Garcia y Olga Cort. En total se hicieron dos vestidos por cabezudo, porque una vez se abrieron las inscripciones se apuntaron doce niños de entre cinco y ocho años, algunos hijos de antiguas portadoras de estos cabezudos.
Desde la Escuela Municipal de Música El Morell, la directora que tenía entonces, Montserrat Canela, hizo una intensa investigación por todo el repertorio tradicional catalán para mirar qué músicas estaban dedicadas a San Martín, “y encontró, en la página 706 volumen V del costumario catalán, la canción ‘Baile de San Martín, de Vilaverd transcrita por el maestro Joan Tomàs’”, recuerda Porté. Después fue el turno de Jordi Mestres y Xavier Vila, profesor de gralla y de percusión respectivamente, que hicieron los arreglos y las dobles voces a la música original. Así el primer baile del grupo fue esta canción y también fue el primer baile de los niños como cabezudos.
La coreografía de este baile único y que sólo realiza este grupo de Cabezudos y el grupo de los Martinets hoy en día, la realizó Olga Borràs, profesora de la actividad extraescolar de danza de la escuela Ventura Gassol del Morell. “Para completar el baile de San Martín se pensó en un baile sencillo y conocido por todo el mundo, el Baile del Patatuf, que fue el primero de muchos otros bailes que se han ido añadiendo al repertorio durante estos diez años, como el Gener, el Valset Valencià y Vilanova”, continúa Ayza.
El estreno Baile de Cabezudos Pequeños y los Martinets de la Escuela Municipal de Música El Morell fue el 6 de noviembre de 2013, viernes 8 de noviembre salen por primera vez a bailar los doce niños, dentro del pasacalle del Embrujo, acompañados también de los bailes de los cabezudos grandes, y domingo en el séquito ceremonial. Una rutina festiva que se ha repetido en todas las fiestas mayores hasta el día de hoy (a excepción de la pandemia) haciendo que hayan pasado alrededor de una setentena de niños por los cabezudos y una treintena por los Martinets. De hecho, “desde los Martinets hemos invitado a los exalumnos al aniversario, y ya se han hecho algunos ensayos para recordar el repertorio y quitar el polvo del instrumento”, explica Porté.
“El Baile de Cabezudos Pequeños y los Martinets han sido, durante diez años, la puerta de entrada a la cultura popular catalana de muchos niños del Morell y de municipios de los alrededores”, reivindica Ayza. La voluntad del Embrujo y la Escuela de Música es continuar trabajando con ilusión para que muchos más niños puedan disfrutar de ver o participar del Baile de Cabezudos Pequeños y de los Martinets.