A partir del 1 de enero, el servicio de recogida de restos vegetales cambia. El Ayuntamiento ha decidido reorganizar el servicio para optimizar recursos y evitar el uso indebido que una parte de la ciudadanía y empresas de jardinería estaban haciendo del servicio. Esto ha provocado un sobrecoste muy elevado para las arcas municipales que el equipo de Gobierno no quiere que revierta en la ciudadanía.
Este replanteamiento del servicio permitirá optimizarlo y ofrecer un mejor servicio y más personalizado a través de la Deixalleria, donde a partir de ahora se centralizará la recogida de los restos vegetales. La ciudadanía tendrá dos opciones, podrá seguir vertiendo los pequeños restos vegetales, no leñosos, en el contenedor marrón, el de orgánica.
Para el resto, deberán llevarse a la Deixalleria, donde los ciudadanos conseguirán con cada aportación de más de 5 kilos nuevos sellos en su Pasaporte Verde, con el cual podrán llegar a alcanzar hasta un 10% de bonificación en la tasa de la recogida de la basura del año 2025. Por su parte, los pequeños industriales de la jardinería podrán seguir depositando los restos vegetales derivados de sus tareas en la Deixalleria, hasta 200 kilos al día, o bien llevarlas a plantas autorizadas.
Hasta ahora, Roda de Berà contaba con 33 cajas metálicas distribuidas por todo el territorio. Se ha constatado, sin embargo, que el servicio no estaba funcionando correctamente. Muchas familias vertían en estos contenedores otros residuos o trastos -a pesar de que el consistorio ofrece un servicio de recogida puerta a puerta gratuito.
Por otro lado, empresas de jardinería, incluso de otros municipios, utilizaban las cajas de forma ilegal, para verter los restos derivados de su trabajo y ahorrarse el coste de la planta de tratamiento de residuos, que es donde, como profesionales, están obligados a llevarlas, y es un concepto que de hecho cobran a sus clientes.
Estas malas prácticas han comportado un sobrecoste del servicio, ya que el tratamiento de residuos considerados como mezclas tiene un precio de eliminación muy elevado. De esta forma, el objetivo de la reorganización del servicio es conseguir restos vegetales sin impropios, es decir, sin otros residuos, y que puedan ser reconvertidas en compost.
De acuerdo con la ordenanza de civismo y convivencia ciudadana, en el artículo 33, se prohíbe vaciar, verter o depositar cualquier tipo de residuo en la vía pública. El Ayuntamiento, a través del inspector de la vía pública, vigilará que la ciudadanía o las empresas continúen vertiendo residuos allí donde había hasta ahora las cajas metálicas. Hacerlo comportará sanciones de hasta 750 euros.