El Nàstic de Tarragona afronta la eliminatoria definitiva para convertir en realidad el sueño del ascenso. Los de Luis César Sampedro no han querido volver a repetir los “errores” de la anterior eliminatoria y esta vez han salido con todo desde el inicio en el Nou Estadi.
En poco menos de cinco minutos, la banda derecha se ha convertido en un puñal para la defensa vasca y Antoñín ha protagonizado varias llegadas con peligro que han ilusionado a la grada. Sin embargo, la Real Sociedad “B” no se ha puesto nerviosa y la defensa ha transmitido tranquilidad a los txuri-urdin.
Un balón largo a la espalda de la defensa ha significado el primer gol de Gorosabel
Aunque el Nàstic ha iniciado mejor el partido, un balón a la espalda y un remate de cabeza de Gorosabel ha puesto el 0-1 en el marcador en el minuto 10. Inmediatamente, el goleador ha visto tarjeta amarilla en la jugada posterior por una entrada a pocos metros del área. Los vascos han demostrado que no han llegado hasta este punto por casualidad y han vuelto a disfrutar de una oportunidad inmejorable que no han conseguido materializar.
Luis César Sampedro ha pedido paciencia a sus jugadores y con el paso de los minutos han vuelto a coger protagonismo con el balón. La banda derecha continuaba monopolizando los ataques grana, pero Antoñín, Joan Oriol y Roberto Torres no conseguían convertirlo en peligro por la portería de Arana.
Pasada la barrera de los 20 minutos, la asociación estrella del Nàstic entre Pablo Fernández y Antoñín ha empezado a funcionar. El malagueño es el más activo en el ataque grana y tras una jugada asociativa ha rematado desde dentro del área. Poco después, ha llegado el turno de Pablo Fernández, quien tampoco ha conseguido batir la portería vasca. Igualmente, estas jugadas han llegado después de que los jugadores tarraconenses dieran una marcha más y conectaran con Víctor Narro en la banda izquierda.
El Nàstic ha dominado, pero no ha materializado las múltiples ocasiones
Los txuri-urdin se han desconectado del partido y su juego solo creaba peligro gracias a los desplazamientos largos a la espalda de la defensa grana. Los de Iosu Rivas no querían que el Nàstic creciera y han intentado detener el juego con faltas y algunas pérdidas de tiempo que no gustaban en la parroquia grana. Igualmente, el peligro continuaba asediando la portería vasca por medio de Antoñín, quien ha disfrutado de un remate franco en un córner que no ha podido impactar bien.
A falta de un cuarto de hora para el descanso, la pausa de hidratación ha servido para bajar pulsaciones a los dos equipos. Por contra, la afición grana no ha dejado de animar, pidiendo que el último partido en el Nou Estadi de Tarragona no puede acabar con derrota grana.
El dominio tarraconense continuaba activo y los jóvenes jugadores de la Real Sociedad “B” tenían una premisa clara: llegar al descanso por delante en el marcador. Debido a una mezcla de impotencia y tensión, el Nàstic todavía ha dado un paso más y ha cerrado una de las mejores primeras partes de la temporada, creando peligro constantemente. A pesar de los intentos de los de Luis César Sampedro, no han visto premio en sus llegadas, pero la energía de los vascos es limitada y durante la segunda parte pueden pagar muy caro los esfuerzos de los primeros 45 minutos.