La Guardia Urbana ha sancionado a un total de 60 conductores de motocicletas y ciclomotores durante la campaña, coordinada por el Servei Català de Trànsit (SCT), que se ha llevado a cabo entre el 21 y el 27 de julio.
En esta nueva acción de control se ha incidido en el uso correcto del casco, en la documentación del conductor y del vehículo (permiso de circulación, permiso de conducir, ITV y seguro) y la conducta.
Durante la campaña, a través de controles estáticos y dinámicos, los agentes han sancionado a 6 personas por no haber obtenido el permiso o la licencia de conducción (infracción muy grave, 500 euros); 43 por conducir de forma negligente (infracción muy grave, 500 euros); 3 por no llevar correctamente el casco mientras conducían una moto y un ciclomotor (infracción grave, 200 euros); 4 por no tener el seguro obligatorio (infracción muy grave, la cantidad depende del tipo de vehículo) y 4 por no haber pasado la inspección técnica del vehículo (infracción grave, 200 euros).
Aunque la campaña específica ha finalizado, la Guardia Urbana seguirá trabajando activamente para detectar y denunciar las infracciones y las maniobras antirreglamentarias tanto de las motocicletas como del resto de usuarios de la vía pública. El objetivo es preservar la seguridad vial y evitar conductas que puedan poner en riesgo la integridad de las personas. El objetivo es tener una movilidad más segura y respetuosa para todos.