A partir de mañana miércoles 15 de octubre, el Ayuntamiento de Tarragona iniciará un estudio analítico de la cruz de término de San Antonio, situada en el paseo de San Antonio, frente al edificio de la Diputación. Los trabajos, encargados por la consejería de Patrimonio Histórico, se alargarán aproximadamente durante un mes y servirán para evaluar el estado de conservación del monumento y determinar las futuras actuaciones de restauración y mantenimiento. La actuación tendrá un coste máximo de 1.000 euros.
Según la consejera de Patrimonio Histórico, el estudio “es un paso previo imprescindible para garantizar la conservación de uno de los elementos más singulares del patrimonio histórico tarraconense”.
Declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), la cruz de San Antonio es una de las piezas más destacadas del patrimonio escultórico de la ciudad. Las cruces de término, habituales en época medieval y moderna, marcaban los límites municipales y servían como punto ceremonial para recibir a reyes, príncipes y prelados que llegaban a Tarragona desde Barcelona.
La actual cruz de San Antonio data de 1604, cuando sustituyó a una anterior. De estilo barroco, está tallada con piedra calcárea del país y se alza hasta los nueve metros de altura. Presenta decoraciones en la base y en la columna, mientras que el capitel incluye representaciones de Santa Tecla, San José, San Antonio, San Fructuoso, Santa Lucía, San Magín y San Pedro y San Pablo. En la cima, figura el Santo Cristo y la Virgen María.
Con esta intervención, el consistorio reafirma su compromiso con la protección y preservación del patrimonio histórico de la ciudad.