Poco a poco todas las actividades vuelven a la normalidad y la Semana Santa no es una excepción. Después de 2 años y pico de pandemia de la covid19, esta mañana en Creixell se ha vuelto a hacer el tradicional Vía Crucis del Viernes Santo, hasta la Ermita de la Virgen de Fátima, a las afueras de la Villa. El recorrido cuenta con aproximadamente 2 kilómetros a través del bosque y algunos viñedos del municipio.
Una cincuentena de creixellenses han participado en este tradicional Vía Crucis que se celebra a primera hora de la mañana de cada Viernes Santo. La actividad ha recuperado así un número de ciudadanos similares respecto a la edición de 2018.