El nuevo proyecto de la Ciudad Residencial ha levantado fuertes críticas desde que se conocieron algunos de sus detalles. Frente a la denunciada falta de información y el rechazo de parte del vecindario a la propuesta de la Generalitat, la Asociación de Vecinos Mas Vilà Boscos de Tarragona convocó una asamblea para decidir cómo debían actuar. El resultado fue celebrar una consulta con todos los ciudadanos que se encuentren en el barrio de Boscos de Tarragona, que comprende Monnars-Residencial, Els Pinars, Llevantina, Florimar, Golden-Park, Bon Sol, la carretera de la Playa Larga y el Pasaje Brisamar.
La pregunta escogida: ¿Estás de acuerdo con el hecho de que la Ciudad Residencial pueda acoger menores con problemas psicosociales? Los votantes pueden escoger entre la papeleta del sí y la del no. En la del sí el contenido es "SÍ estoy de acuerdo en que la ciudad de reposo y de vacaciones pueda acoger, integrar, supervisar y formar a menores con factor de riesgo psico-social". Mientras que en la papeleta del no dice lo siguiente: "NO estoy de acuerdo en que la ciudad de reposo y de vacaciones pueda acoger, integrar, supervisar y formar a menores con factor de riesgo psico-social"
Según fuentes internas del diario La Ciutat, el referéndum está siendo un éxito total de participación, ya que durante la primera hora y media ya se han acercado más de 200 vecinos a votar sobre el futuro de este proyecto. La esperada consulta está teniendo este sábado día 7 de mayo en el Centro Comercial de Boscos de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 19.00. A las siete de la tarde se cerrarán las urnas y comenzará un recuento que se prevé "contundente" por la previsible afluencia de votantes, explica Pep Solé, presidente de la Asociación de Vecinos.
En la mesa hay entre tres y cuatro personas que velarán por que no haya ningún voto repetido. "Queremos que la consulta sea formal", afirma Pep Solé. La dificultad es que la Asociación no cuenta con ningún censo oficial y tendrán que revisar caso por caso que cada votante "viva o tenga una residencia" en las zonas mencionadas. Para poder votar, se debe presentar el DNI y, en caso de que no aparezca la dirección de una de las calles del barrio, el volante de empadronamiento o un documento que acredite la titularidad del inmueble. Por otro lado, la consulta ya ha recibido algunos votos delegados de vecinos que no pueden asistir presencialmente el día de la consulta.
Pep Solé espera que el barrio se decante por un "aplastante" no al proyecto, lo cual les permitiría crear comisiones para mostrar su disconformidad con este futuro para la Ciudad Residencial. Las temáticas de estas comisiones aún no están marcadas, por la falta del resultado de la consulta, pero ya apunta que una de ellas podría ir encarada a pedir a la Generalitat todos los detalles del proyecto.
¿Qué se hará en la Ciudad Residencial?
El proyecto de la Ciudad Residencial, que recibirá parte de los fondos europeos Next Generation, se trata en un principio de un albergue juvenil dedicado a la salud mental. Una noticia que la Consejera de Derechos Sociales, Violant Cervera, presentó como "un centro de referencia donde se desarrollen proyectos piloto en torno al bienestar emocional de los jóvenes, y también de respiro a familias y a turistas".
Aunque algunos grupos de Wahtsapp y el mismo Presidente de la Asociación de Vecinos señalaban que podrían ir personas con conflictos sociales o menores extranjeros no acompañados. Información que impulsó la consulta.
El Secretario de Infancia, Adolescencia y Juventud, Alexis Serra, respondió al Diario de Tarragona a todas estas afirmaciones. Serra negó que los próximos inquilinos fueran menores extranjeros no acompañados y drogodepedentes.
Los vecinos pidieron el proyecto presentado a la Unión Europea para poder debatir sobre él en la asamblea, pero las instituciones se han negado. "Nos han dado un panfleto, no lo que se ha presentado a la UE", afirma Pep Solé, el Presidente de la Asociación de Vecinos. "Probablemente, no lo han hecho porque este proyecto dice la palabra 'MENA' o algún otro colectivo", sospecha. Posiblemente, el veredicto de las urnas funcione como herramienta de presión para saber más detalles del futuro de la Ciudad Residencial.