Una noventena de bomberos voluntarios de los parques de Tarragona y las Terres de l'Ebre han interpuesto una demanda contra la Generalitat de Catalunya con el objetivo de reclamar derechos laborales que consideran vulnerados. El colectivo sostiene que su tarea “no es voluntariado, sino trabajo remunerado”, y exigen ser dados de alta en la Seguridad Social, así como mejoras en las condiciones de seguridad y prevención de riesgos.
“Somos los bomberos rider de la administración, bomberos low cost”, ha denunciado el presidente de Bombers Precaris en Lluita, Daniel Sitjà, que ha encabezado este miércoles por la mañana una concentración ante la Audiencia Provincial de Tarragona. Una treintena de miembros han participado en el acto de apoyo a la demanda, aunque el movimiento cuenta con cerca de 90 bomberos adheridos a la demarcación.
Los voluntarios exponen que se les exige cumplir mínimos obligatorios de prácticas mensuales y estar disponibles permanentemente vía aplicación móvil, con la amenaza de quedar fuera del servicio si no cumplen las 600 horas anuales. Añaden que cobran 10 euros brutos la hora “para salir a apagar incendios”, una remuneración que consideran incompatible con la naturaleza del voluntariado.
La reclamación central es clara: alta inmediata en la Seguridad Social. “Si de aquí a unos años desarrollamos un cáncer de pulmón, ¿quién lo asumirá? ¿La contingencia común? Después de haber arriesgado la vida por el servicio”, ha planteado Sitjà, alertando de la exposición constante a riesgo laboral sin cobertura.
La demanda también denuncia la falta de materiales y vehículos adecuados, así como la ausencia de protocolos de prevención adaptados. “Ya basta de salir a apagar incendios sin cobertura, sin garantías y sin herramientas dignas”, han manifestado
El colectivo está inmerso en un proceso de conflictividad con la Generalitat y prevé presentar hasta 400 demandas antes de acabar el año en Lleida, Tarragona, Barcelona y Girona.
En paralelo, un bombero voluntario del parque de Batea, Jordi Morera, ha recordado el peso esencial de los voluntarios en los últimos episodios graves de emergencia. Según ha explicado, el 50% de los efectivos movilizados en las inundaciones de octubre en el Ebro y en el incendio de Paüls (Baix Ebre) eran voluntarios. “No estamos haciendo de voluntarios: estamos trabajando de bomberos”, ha sentenciado.