Hace un año, las vecinas y los vecinos de Cambrils se vieron sorprendidos al ver cómo la estación era derribada sin ningún tipo de proyecto previsto.
Un año después, el actual equipo de gobierno no ha podido sacar adelante ninguna propuesta para este solar, que actualmente se encuentra abandonado y lleno de suciedad. Y no solo eso, sino que se llegó a un acuerdo con ADIF firmado por decreto de alcaldía y sin hacerse público a la ciudadanía. Quizás porque se firmó de manera, una vez más, precipitada. Y es que en la actualidad la cesión de los terrenos no supone ningún coste para Cambrils, pero esto solo se ha firmado por cuatro años, lo que puede provocar que dentro de cuatro años toque pagar más de un millón de euros por estos terrenos.
Ante una oportunidad tan explícita de aportar un nuevo espacio a la ciudad, el gobierno prefirió las prisas a una planificación coherente. Si en lugar de tirar el edificio de la estación al suelo, se hubiera velado por mantenerlo y cuidarlo, hoy en día Cambrils podría tener un espacio de uso social y cultural para el barrio.
Las cambrilenses y los cambrilenses merecen un gobierno que vele por sus intereses y necesidades, y que no deje perder oportunidades de mejora para la ciudad.