Después de pasar más de la mitad del mandato arreglando "pequeñas cosas urgentes" que se heredaron del anterior gobierno, el Ayuntamiento de Torredembarra afronta ahora un 2018 con muchas obras en las calles y muchos proyectos a corto y medio plazo. El alcalde Eduard Rovira (ERC) explica que, gracias a la drástica reducción de la deuda, este año ya podrán hacer inversiones más importantes pensando en proyectos de futuro para la ciudad.
¿Es un año de grandes proyectos?
Durante los primeros dos años de mandato hemos estado arreglando muchas cosas pequeñas que se tenían que hacer de manera urgente. De momento, en el presupuesto de 2018 sí que podemos incluir una partida de inversiones que otros ejercicios no habíamos podido hacer y que asciende a un millón de euros, pero aún se dedican a cosas pequeñas y obligatorias. A partir de este 2018 entendemos que ya podremos hacer alguna de aquellas cosas más grandes, a partir del remanente de tesorería. Ya que el ministro Cristóbal Montoro nos permite hacer inversiones financieramente sostenibles a través del decreto ley que aprobó el gobierno, quizás podemos dedicar el remanente, que es de aproximadamente 1,2 millones de euros, a alguna obra importante que lleve aparcada desde hace años. Por ejemplo, una parte de la piscina o el Escorxador. En cualquier caso, lo tenemos que decidir de manera más global y con más debate, ya que no dependemos tanto de las urgencias y es más con visión de futuro.
¿Se han planteado ya los mecanismos de decisión sobre estas inversiones?
Hemos empezado a preparar números. Sabemos que tenemos un millón de euros y ahora tenemos que saber qué cuesta hacer una obra en estos proyectos. Estamos viendo estos números para ponerlo al servicio de la oposición y la ciudadanía para valorarlo. No nos planteamos ningún calendario, porque no sabemos nunca cómo van los trámites administrativos. Lo que sí que es obligatorio en las inversiones financieramente sostenibles es tener el pliego de condiciones y el proyecto a 31 de diciembre. Después se tiene un año o dos para ejecutarlo.
Uno de los grandes proyectos que entrará pronto en la fase de ejecución es la reforma de la calle Pere Badia. ¿Cree que es acertado retrasar las obras hasta septiembre?
Nuestro proyecto era hacer una obra muy importante en el mínimo tiempo posible. Primero hemos pasado una serie de procedimientos administrativos que no han sido ni lentos ni rápidos. El compromiso era no tener las obras en verano para no perjudicar el comercio, ya que Torredembarra depende de esta época del año. Tal como han ido las cosas, preferimos esperar a septiembre, pasada la fiesta mayor. Dejamos el verano libre, los comercios seguirán haciendo la temporada de una manera normal y de cara al año que viene tendremos las obras acabadas.
¿Cómo se valora la situación financiera después de la importante reducción de la deuda de los últimos dos años?
Nos propusimos hacer un plan de saneamiento, porque entramos con esta idea. Pero desde el punto de vista de las finanzas y también del de las obras urgentes que se tenían que hacer. Por ejemplo, hemos hecho inversiones en informática, por un lado, porque son obligatorias para entrar en la administración electrónica y vienen dadas por ley; y por otro, porque había cosas que estaban obsoletas. La evolución es constante, estamos marcando este perfil y el saneamiento financiero era una de las prioridades. La deuda se ha reducido porque no hemos pedido créditos, hemos racionalizado las mejoras y hemos aguantado la fiscalidad aunque sí que hemos aplicado algunas rebajas de impuestos, como en el IBI. Es ir estirando de todos los hilos un poco para ir ajustándolo todo. Rebajar endeudamiento, rebajar presión fiscal, mejorar e invertir en cosas necesarias. Y cuando todo esté saneado, ya nos plantearemos proyectos más a largo plazo.
¿Cuál es la salud del pacto de gobierno con PSC y ABG?
Siempre hemos mantenido desde el comienzo que este pacto de gobierno era un pacto por la estabilidad. La historia de los alcaldes de Torredembarra no hace falta que la expliquemos. Hemos querido que Torredembarra tenga un mandato homogéneo y estable, continuado y sin bandazos. Este es un pacto y un compromiso que tenemos los tres grupos municipales que estamos en el gobierno.
¿La situación política catalana no lo ha puesto en peligro?
El proceso ha generado discrepancias, pero las hemos tenido que ir superando, porque la prioridad es Torredembarra. Si Torredembarra hubiera sido un pueblo saneado, con una política municipal normal como otros pueblos, quizás sí que la prioridad habría sido la realidad nacional. Pero entendemos que en Torredembarra la prioridad era esta. Estamos respetando este pacto, superando incluso presiones que todos tenemos desde fuera.