Ayuntamientos del Camp de Tarragona refuerzan la vigilancia para evitar robos de aceitunas

15 de diciembre de 2023 a las 11:08h

Diferentes ayuntamientos del Camp de Tarragona han reforzado la vigilancia en el campo para evitar robos a los agricultores durante la cosecha de aceitunas, que se está llevando a cabo estas semanas. En una campaña marcada por el incremento del precio del aceite de oliva de los últimos meses, las aceitunas se han convertido en un fruto preciado que ha despertado el interés de los ladrones.

Constantí (Tarragonès) es uno de los municipios que ha ampliado el horario de su guarda rural. Hasta ahora trabajaba durante la temporada de avellanas y algarrobas, pero este año actuará hasta mediados de diciembre. Siempre en coordinación con la policía local de la localidad, los Mossos d'Esquadra y los agricultores, que generalmente son los que dan la alerta.

Pere Guinovart, coordinador territorial de Unió de Pagesos en el Camp de Tarragona, explica que los robos de los últimos años durante la cosecha de algarrobas esta temporada se están concentrando en los campos de olivos. Las zonas más afectadas hoy en día son Montbrió y Mont-roig del Camp (Baix Camp), y con una incidencia algo menor municipios del Tarragonès como Constantí, Vila-seca o Vilallonga del Camp.

Desde hace cinco años ya existe coordinación entre consistorios, policías y agricultores, y durante este tiempo el sistema se ha perfeccionado. “Se trata de que los operativos estén conectados. A veces el que roba puede estar en El Morell y al cabo de un momento estar en el Baix Camp”, detalla. Una de las estrategias que están siguiendo es compartir el número de las matrículas de las furgonetas de los ladrones para que cuando un agricultor advierta de la presencia de un vehículo sospechoso, rápidamente poder prevenir un robo.

Para los agricultores la situación es delicada. Primero porque les roban la cosecha, que es el trabajo de todo el año. Pero después porque cuando encuentran a un ladrón pueden sufrir agresiones. “Hemos tenido que decirles que no actúen, aunque los encuentren dentro de sus tierras tomándoles el fruto, y eso nos hace sufrir porque si actúan pueden tener problemas”, reconoce Guinovart. Por todo ello, y a pesar de reconocer que los dispositivos “han hecho efecto”, el dirigente sindical reclama “incrementar los efectivos”.

 

Más presencia en Constantí

Con un término municipal de unos 30 km², vigilar todo Constantí no es sencillo y han notado un incremento de hurtos en el campo. En quince días de cosecha de aceitunas han tenido nueve, de los cuales en cinco casos han podido pillar a los ladrones en el campo gracias a la coordinación entre agricultores, guarda rural y policía local. “Hemos reforzado el servicio de vigilancia en el campo, la pagesía nos lo pedía. Hemos ampliado el número de horas al guarda rural que ya teníamos para la campaña de avellanas y algarrobas”, comenta Alfonso Riscos, concejal de Seguridad y Protección Civil de la localidad.

El guarda rural apunta que “desde el primer segundo” que inicia el servicio está en contacto con el resto de implicados. “La colaboración con los agricultores es fundamental para mi trabajo. Si uno me llama porque hay un coche que no conoce o ve gente que coge frutos, nos ponemos en contacto con la policía local y empezamos la actuación”, detalla el vigilante.

Afirma que las persecuciones con vehículos entre los campos no son extrañas, pero se muestra confiado porque generalmente los acaban pillando. “Ellos saben algunos caminos, pero nosotros nos conocemos bien el territorio y como trabajamos en conjunto, los podemos esperar en determinados lugares y sorprenderlos”, narra. Además, asegura que su presencia es disuasiva: “nos ven y cambian de rumbo”. Con todo, manifiesta que generalmente los ladrones son de pueblos de alrededor y que cambian de un año para otro.

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