La calle Pescadores, ubicada en el Barrio Marítimo de Altafulla, pierde las diversas plazas de aparcamiento de las que disponía hasta ahora. Una decisión que ha tomado el Ayuntamiento para que tanto los peatones como los vehículos que transitan por allí ganen en materia de seguridad. Y es que el vial es muy estrecho, y en numerosas ocasiones el tráfico rodado subía a las aceras, lo que significaba un gran peligro para la gente que pasaba.
La Brigada Municipal está ultimando estos días los cambios en la señalización, tanto vertical como horizontal. De hecho, ya se han instalado los paneles que indican la prohibición de estacionamiento en la zona y se ha adecuado la pintura del pavimento. De esta manera, de ahora en adelante la calle únicamente permitirá parar durante un tiempo reducido y en lugares de carga y descarga de vehículos.
Paralelamente, a lo largo de los próximos días el consistorio también realizará unos trabajos de pintura especial en el tramo final de esta misma calle, que conduce hasta delante del Club Marítimo Altafulla y no tiene salida, ya que desemboca cerca de la zona duna de la playa. Un espacio de transición entre la esquina de la calle Hort de les Bombes y las instalaciones de la entidad, en el que el tráfico rodado está prohibido pero algunas personas incumplen a pesar de estar debidamente señalizado, sobre todo en verano.
Según ha explicado la alcaldesa de Altafulla y concejala de Urbanismo y Obras Públicas, Alba Muntadas, se trata de una "acción de urbanismo táctico". En este sentido, se pintarán en el suelo una serie de dibujos que simularán las olas del mar "para que se vea más claro que aquello no es una zona de circulación de vehículos". Además, Muntadas también ha avanzado que se sustituirán los bloques de hormigón New Jersey por otro tipo de estructura en forma de bancos para sentarse. Todo ello, asegura la alcaldesa, con la voluntad de "dar una visión de calle para los peatones, libre de coches y segura".
