Después de terminar el mandato en la oposición por una moción de censura, la EINA ha vuelto a la alcaldía de Altafulla gracias a un pacto con Junts. La fórmula de coalcaldía, con Jordi Molinera y Alba Muntadas, liderará el gobierno municipal los primeros dos años y medio. Mientras que la juntaire Eva Martínez tomará el testigo el último año y medio. Entrevistamos a Alba Muntadas para repasar cómo está funcionando esta coalición y hablar sobre los principales proyectos en la localidad del Baix Gaià.
¿Cómo valora el regreso a la alcaldía?Evidentemente, es una valoración muy positiva. Nos fuimos por una moción de censura y nos quedaron muchos temas pendientes. Cuando entras con un nuevo proyecto, los primeros años son de planificación. Encima, nos pilló la covid. Entonces, cuando nos echaron, era el momento en que empezaban a salir estos proyectos. Algunos concejales que al principio de mandato se planteaban hacer sólo cuatro años cambiaron de opinión a raíz de la moción de censura. Repetimos todos porque quedaron cosas pendientes. Hemos revalidado estos 5 concejales y esto nos hace ver que los ciudadanos se creen nuestro proyecto.
¿Se tuvo que pagar un precio caro para revalidar la alcaldía, cediendo la vara a Junts los últimos años? ¿Cómo está funcionando el gobierno?Aceptamos el poder que tenía Junts en la negociación, tenía la clave. Podía pactar tanto con Alternativa como con nosotros y, a pesar de ser una fuerza más minoritaria, esto le daba poder. Por este motivo, compartir la alcaldía no fue un obstáculo. A partir de aquí, hemos ido limando las asperezas de dificultades programáticas. En el día a día, nos vamos hablando las cosas en las que somos más distantes. Las cuestiones en las que teníamos visiones diferentes, como las playas, siempre las debatimos todos juntos para acercar posiciones. Un gobierno de coalición es una negociación con los aspectos en los que no estás tan de acuerdo.
¿Es difícil llegar a estos acuerdos?Hay más difíciles y más fáciles. La voluntad es el entendimiento. Un día cedes tú y el otro ellos.
¿Qué ha supuesto este año de Alternativa por Altafulla en el gobierno?Nos hemos encontrado un gasto descontrolado. Hay muchas facturas que van entrando y no tienen la consiguiente reserva presupuestaria. Son sorpresas que nos encontramos y aún hoy día no sabemos cuál es el estado real del presupuesto. Esto ha pasado también con La Violeta, que ellos la reivindicaron como sello de programación de calidad. Pero no se pueden ir haciendo facturas y pensar que ya se pagarán... Es como parece que ha funcionado. No se ha hecho una buena gestión porque la partida de La Violeta se ha superado con creces. Como gestor tienes que ceñirte al presupuesto. Por otro lado, también nos encontramos con que encargaron un mural con un diseño de Pilarín Bayés, que vale más de 12.000 euros y no tiene partida reservada.
¿Cuál es su proyecto para La Violeta?Lo primero es abrirla a otras actividades culturales. Debe haber una programación constante con proyección, pero es un centro donde deben tener cabida todas las expresiones culturales del pueblo. Desde que estamos en el gobierno la Violeta se ha abierto a actos que no se podían hacer por lluvia, al jazz o al cine, muchas de la mano de entidades locales. Tenemos que combinar las diversas realidades culturales y ceñirnos a un presupuesto. En las cuentas de 2024 destinaremos una partida a La Violeta y desplegaremos una programación durante todo el año compaginándola con las aportaciones de la actividad cultural del pueblo.
¿Cómo ha funcionado el municipio este verano?Ha habido una buena ocupación, pero parece que el gasto por turista no ha sido tan elevado y no se ha dejado notar tanto. Ha habido mucha afluencia tanto en la playa como en el casco antiguo. En general, hacemos una buena valoración. También se ha hecho mucho énfasis en intentar mejorar el servicio de limpieza. Además del refuerzo de la empresa adjudicataria, hemos hecho uno extra de brigada para dar un mejor servicio. No ha habido mucho desbordamiento ni grandes problemas con la limpieza. Sólo hemos tenido algunos puntuales que deben mejorarse.
¿Y la playa?En cuanto a la playa, ahora llega la gestión de invierno que nos debe permitir que en verano tengamos una playa digna para los visitantes y los vecinos. La siguiente actuación de protección para los posibles temporales la haremos en el Parc Voramar.
Ahora se ha iniciado un estudio de la UPC para analizar el fondo marino. ¿Qué soluciones puede tener la falta de arena en Altafulla?Es un problema complejo y global. Es imposible mirarlo localmente y enfocado sólo a nuestra playa. Intentamos tener un enfoque global. Lo primero es saber qué pasa dentro del mar. Por eso, tenemos el estudio de la UPC, que propondrá posibles soluciones para mantener la arena que hay. Una vez tenemos estas soluciones, ya no será competencia nuestra. Tendremos que ir a Costas del Estado, que valorará en el global qué lugares son prioritarios y cómo actuar. Tenemos competencia limitada.
¿En qué ámbitos pueden actuar?Donde sí que tenemos competencia y podemos actuar más es en la zona de la playa. Las soluciones son diferentes según la zona. Botigues de Mar es la más expuesta y tenemos que ir a afianzar el paseo. Habrá actuación por parte del Estado para afianzar la escollera y miraremos si es necesario un refuerzo debajo del paseo con hormigón. Además, está previsto quitar las dos entradas principales del paseo, que están más expuestas, y poner unos accesos más permeables. Tenemos que intentar potenciar las defensas naturales de la playa como pueden ser cordones dunares en la zona del Voramar.
Por otro lado, tenemos que crear sinergias para las aportaciones de arena. Tenemos el Port Torredembarra que retiene la arena y debería dejarla en su espacio natural. No tiene por qué ser la playa de Altafulla, pero tenemos que crear sinergias con los diferentes actores para optimizar este recurso buscado. No podemos verter arena sin saber qué pasará, no es sostenible ni medioambientalmente ni económicamente.
No se descartan vertidos, pero desde una lógica ambiental.Ambiental y dinámica. No es lo mismo verter en una zona de playa o en otra. Los criterios siempre deben ser técnicos y sin estar enfocados sólo en nuestra playa. Aportaciones más locales que intentan ser más duraderas son más importantes que simplemente tirar arena. Es muy mediático, pero sólo nos permite tener playa durante pocas semanas. Aunque sabemos que esta arena se irá, tenemos que intentar retenerla lo máximo posible.
Este verano no hemos tenido piscina municipal. Las obras ya han salido a licitación, pero con un proyecto diferente al del anterior gobierno.Cuando el mandato anterior se nos planteó este proyecto, creímos que era desmesurado económicamente. Entonces, cogimos el proyecto, que tenía como base detener las filtraciones, y lo modificamos. Discrepábamos un poco con el pavimento final que se ponía en la piscina. Es una piscina de uso recreativo y creímos que podíamos hacer un pavimento que no fuera tanto de lujo y más económico. Por otro lado, la reforma de la piscina pequeña costaba unos 100.000 euros. Es muy similar a la que podemos encontrar en una comunidad de vecinos y encargarla a un especialista en piscinas encarecía el coste. Decidimos dejarla fuera, buscando en un futuro renovarla con un coste inferior.
La reforma de la calle de Dalt ya ha entrado también a licitación. ¿Cómo proyectan el futuro del casco antiguo?Se enmarca en un proyecto global del casco antiguo. Hace unos años se reformó la calle de Baix y ahora continuamos con el mismo proyecto. La idea es pacificar el entorno, dándole más prioridad al peatón. La zona debe ser para vecinos y carga y descarga. Faltaría terminar también un tramo de la calle de Baix, en la calle Sant Martí.
¿Qué les diría a los detractores de estas restricciones del vehículo privado?Si no eres vecino, hay alternativas de circulación alrededor. Buscaremos habilitar algún aparcamiento disuasorio para que estas calles sean para disfrutarlas a pie. Somos un pueblo donde las distancias no son tan grandes, pero tenemos una percepción en que distancias que en una gran ciudad no te parecen nada aquí son muy grandes.
Los vecinos de Baix a Mar piden que se aceleren las actuaciones para evitar las inundaciones. ¿Cuál es la hoja de ruta?Las actuaciones más inminentes han sido la limpieza de los imbornales y los canales. Damos pequeños pasos para mitigar las inundaciones, sabiendo que la erradicación es muy difícil o prácticamente imposible. Aparte de estas actuaciones, hay otras pequeñas para el primer trimestre del año que viene. Una es hacer un camino desde el parque del Canal hasta la Rasa para que la maquinaria pueda bajar a hacer el mantenimiento. Por otro lado, Aigües d’Altafulla también está estudiando hacer algún pluvial principal en las zonas más afectadas.
A medio plazo tenemos las balsas de laminación. Estamos en proceso de hacer el expediente de expropiación de los terrenos y los presupuestos ya incorporarán la ejecución de la balsa de laminación pequeña. La idea es licitarla en otoño próximo. En paralelo, hemos presentado las subvenciones a Acció Climàtica para tener mayor financiación y también estamos buscando abaratar costes con la gestión de residuos. La balsa grande será más complicada porque son 2 millones de euros y tendremos que hablar con la ACA. Además, el anterior mandato se pidió una subvención para redactar un estudio sobre la inundabilidad y las actuaciones que se pueden hacer. Cuando lo tengamos, veremos cómo hacer las actuaciones.
Una vez se licita la balsa pequeña, ¿qué plazo tiene de obras?De seis meses. La idea sería que en dos otoños estuviera operativa. Con la grande aún no tenemos plazos, pero el expediente de expropiaciones lo hacemos conjuntamente. Así que ya tendríamos un paso avanzado.
La gran mayoría de municipios han tenido que subir las ordenanzas fiscales por la desviación presupuestaria. ¿Cuál es la situación en Altafulla?Estamos como todos los municipios y tenemos unos 800.000 euros de desviación de presupuesto. Nos planteamos subir ciertas tasas, pero aún tenemos que terminar de atar. Seguramente, habrá subidas tanto en la tasa de la basura como en el IBI. La de la basura es especialmente importante porque en 2025 tendremos que igualar los costes y los gastos, y actualmente hay un diferencial de 200.000 euros. Este diferencial debe irse secando. Al mismo tiempo que trabajamos esta subida, miramos las bonificaciones para aquella gente que no puede pagarlo.
¿Cuáles deben ser las principales partidas e inversiones?Serán bastante continuistas globalmente porque no podemos movernos mucho. Donde sí que veremos cambios será en las inversiones. Una que seguro que estará será la balsa de laminación pequeña y veremos qué otras podemos incorporar.
¿Se abrirá la negociación a los otros grupos?Sí. De hecho, Dani Franquès ya ha hecho el llamamiento un par de veces a los dos grupos de la oposición para ver qué líneas generales podrían tener e incorporarlas al primer borrador. Tan pronto lo tenga, se los hará llegar para que hagan aportaciones. La idea es negociarlo. Creo que con el PSC ya ha tenido una primera reunión exploratoria y Alternativa ha pedido alguna documentación para plantear ideas.
¿Qué relación hay con la oposición? Particularmente con Alternativa.Nos volvemos a encontrar en un lugar difícil. Nos conjuramos a principios de mandato para intentar mantener concordia y cordialidad. Sobre todo, que las discusiones fueran políticas y sin traspasar los temas personales para no crear más crispación. Al principio todo eran buenas palabras, pero ya ha vuelto a salir el tema personal y el acoso en redes. Queremos volver a denunciarlo, no es normal. Evidentemente, con este ambiente las relaciones no pueden ser cordiales porque hay un ataque personal. Serán las estrictamente necesarias, pero no pueden esperar más porque no están en posición de pedirnos más.
