Eran las siete de la tarde del pasado viernes cuando, según informa 'El Periódico', el Sistema de Comando y Control Aéreo (SIMCA) de las fuerzas del estado español detectaron tres aeronaves no autorizadas sobrevolando la petroquímica de Tarragona. En esos momentos se activó el protocolo de actuación, intentando establecer contacto con las aeronaves por radio.
A pesar de ello, las aeronaves no llevaban radio ni ningún otro dispositivo para comunicarse con el SIMCA, hecho que provocó el despegue de un caza F-18, que en unos 20 minutos se desplazó al espacio aéreo de la petroquímica de Tarragona. Allí, el piloto del caza confirmó que se trataba de tres avionetas de tamaño pequeño. Posteriormente, las interceptó y obligó a aterrizar en el Aeroclub de Castellón, donde patrullas de la Policía Nacional y la Guardia Civil interrogaron a los pilotos de las avionetas, llegando a la conclusión de que no constituían ningún peligro para la seguridad ciudadana. Una vez identificados, los tres hombres explicaron que hacían un viaje desde Alemania hasta Andalucía, y que desconocían la prohibición de sobrevolar el espacio aéreo de la petroquímica de Tarragona. Así pues, todo quedó en un susto y los tres pilotos reanudaron su viaje al día siguiente sábado.