El Ayuntamiento de Tarragona busca una solución a la polémica zona para perros de la Playa Larga

Des del matí de la reobertura, imatges de l’espai tancat han començat a circular per xarxes socials amb missatges que evidencien el descontentament ciutadà

02 de julio de 2025 a las 20:23h

La reapertura del espacio destinado a perros en la playa Llarga de Tarragona ha levantado una oleada de críticas que se ha extendido con fuerza tanto a las redes sociales como a los grupos políticos del consistorio, especialmente después de que muchos usuarios hayan denunciado que el espacio, a pesar de estar delimitado, no tiene acceso directo al mar. Esta decisión obliga a los animales y a sus propietarios a atravesar la zona de bañistas si quieren llegar al agua, según han manifestado grupos políticos como ERC.

Desde la misma mañana de la reapertura, imágenes del espacio cerrado han comenzado a circular por redes sociales con mensajes que evidencian el descontento ciudadano. En una de las publicaciones más compartidas, se ve el recinto rodeado por vallas a pleno sol y lejos del agua, acompañado de un mensaje claro: "¿Los perros directamente no podrán tocar el agua y se coverán en este rectángulo cerrado?". La crítica principal apunta a que el espacio no sólo es incómodo, sino que puede llegar a ser peligroso para los animales en plena ola de calor, teniendo en cuenta que la arena puede alcanzar temperaturas extremas y que no tienen acceso directo para refrescarse.

La respuesta institucional no ha sido muy esclarecedora. Según ha podido saber el Diario La Ciutat, el Ayuntamiento de Tarragona ha confirmado que actualmente se está trabajando con la Generalitat para encontrar una solución consensuada que garantice la convivencia entre bañistas y usuarios con mascotas. Sin embargo, desde el consistorio no se ha detallado cuáles son los motivos exactos por los que se ha diseñado el espacio de esta manera, ni por qué no se ha mantenido el acceso directo al mar como en años anteriores.

Según la información publicada por el Ayuntamiento en su página web, el espacio habilitado para mascotas se encuentra en el puente de Cala Romana, con una longitud de 100 metros. En este recinto, los animales pueden ir desligados, pero sólo dentro del perímetro cerrado. Una vez salen, los propietarios deben endurecerlos con correa. Este modelo, no obstante, no convence ni a los usuarios ni a muchos sectores políticos, que consideran que la distribución del espacio debería ser justo al revés: dejando la zona más próxima a la línea ferroviaria para los bañistas y la más próxima al mar para las mascotas.

Críticas desde ERC

El grupo municipal de ERC ha sido especialmente crítico con la gestión del gobierno local liderado por Rubén Viñuales. En palabras del conseller republicano Carles Farré: "No tiene cabeza ni pies hacer una playa para perros que no tiene acceso directo al agua y que les obliga a pasar por delante de los usuarios cada vez que entran o salen". Farré ha calificado el espacio como "una especie de corral" que pone en riesgo el bienestar de los animales debido a la exposición solar extrema y la falta de sombra o refrigeración. Además, ha criticado el hecho de que "no sirve para nada invertir 40.000 euros para acondicionar la playa si lo hacemos de esta manera".

Los republicanos también han denunciado la falta de planificación del gobierno municipal en cuanto al calendario de apertura. Recuerdan que desde el 1 de abril está prohibido acceder a la playa con perros fuera de las zonas habilitadas, pero que ésta no se ha activado hasta julio, dejando durante meses a muchos propietarios sin alternativa. "Hay que adecuar el calendario y trabajar con antelación para que esté habilitado mucho antes de julio. No se puede improvisar a última hora una zona de estas características sin tener en cuenta las necesidades de todos los usuarios", ha dicho Farré.

ERC también ha puesto sobre la mesa una propuesta alternativa que no ha sido considerada por el gobierno: acondicionar una segunda zona para perros en la playa de El Miracle, ahora que ya han acabado las obras de demolición del antiguo "Mamotreto". "El derribo ya ha terminado y hemos visto bañistas en esa parte de playa. No entendemos por qué no se puede condicionar para los perros", ha señalado el conseller.

A esta propuesta, sin embargo, ya hizo referencia el alcalde Rubén Viñuales en unas declaraciones hace unos meses sobre los trabajos del "Mamotreto". El edil argumentó que por temas de seguridad, y por la imposibilidad de perimetrar correctamente la zona, sería imposible tener un espacio para perros en la playa de El Miracle.

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Maria Lorenzo
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