La Audiencia de Tarragona juzgará a seis personas acusadas de matar a un hombre y de encubrir el asesinato producido la madrugada del 26 de agosto de 2021 en la capital tarraconense. El ministerio público asegura que aprovecharon su superioridad numérica para agredir con cuchillos y hachas a la víctima que murió a raíz de las lesiones. Horas más tarde, los investigados colocaron el cadáver en el maletero de un coche para tirarlo al río Ebro, entre la Rápita y Sant Jaume d'Enveja. En un control, agentes de la Guardia Urbana de Tarragona encontraron la mano amputada que se habían olvidado de tirar. Fiscalía pide 25 años de prisión para dos de los acusados por un delito de asesinato y para los otros cuatro implicados solicita tres años de prisión por encubrimiento.
Según describe el escrito de acusación del ministerio fiscal, los acusados se encontraban la noche del 25 de agosto de 2021 y la madrugada del 26 en un domicilio situado en el camino de Viladegats de Tarragona, donde residían. En la misma finca, también había una caseta donde vivía la víctima, un hombre de 23 años, con el cual mantenían una relación de amistad que se había convertido en "conflictiva" semanas antes de los hechos. El fiscal explica que a las 5:26 h de la madrugada del 26 de agosto, uno de los acusados llamó a los servicios de emergencias para alertar que tenía un problema con un vecino, pero que cinco minutos más tarde volvió a llamar para decir que ya no era necesaria la intervención policial, ya que el vecino le había pedido perdón y habían resuelto el problema.
Así, una vez anulada la actuación policial, el investigado hizo varias llamadas a través del móvil de otra de las acusadas para pedir ayudar a dos amigos. "A las 8.08 h, le devuelven una de las llamadas al acusado que le contesta que ya ha solucionado el problema", recoge el escrito acusatorio. El fiscal también relata que entre las cinco y las ocho de la mañana, los implicados en el asesinato se dirigieron a la caseta de la víctima, "llevando cuchillos y hachas con el ánimo de causarle la muerte y aprovechando las nulas posibilidades de defensa, ya que acudieron cuando se encontraba descansando y aprovechando la superioridad numérica". Además, añade, que le propinó varios golpes en la cabeza, le hicieron cortes en el cuerpo y también le "seccionaron" la mano cuando aún "seguía con vida, con una arma blanca muy afilada".
"Todas las lesiones que causaron los acusados a la víctima tenían la finalidad de aumentar deliberadamente e inhumanamente su sufrimiento, más allá de lo necesario para causarle la muerte", argumenta el ministerio público. El fiscal también detalla que la víctima sufrió "múltiples lesiones traumáticas graves en el polo cefálico", lesiones en la zona lumbar, así como la amputación "completa" de la mano izquierda, entre otros. "Estos traumatismos múltiples craneofaciales con fractura abierta en estallido de bóveda craneal, laceración cerebral y destrucción de centros vitales produjeron la muerte - de la víctima- en las primeras horas del día 26 de agosto de 2021", indica.
Tiran el cadáver al río Ebro
Fiscalía relata que los acusados se reunieron para "eliminar" las pruebas del asesinato y "evitar la acción de la justicia". Así, parte del grupo compró lejía y salfumán en un bazar del barrio de Sant Pere i Sant Pau de Tarragona y volvieron a la finca para limpiar la zona de la caseta y de la parcela, con guantes y bolsas de plástico en el calzado. "Posteriormente, colocaron el cadáver en un saco que ataron con cuerdas y lo cargaron al vehículo, propiedad de una de las acusadas", subraya el ministerio público. Acto seguido, tres de los investigados se marcharon con el cuerpo sin vida hacia La Rápita, donde se unieron otra de las acusadas, a quien le enseñaron el cadáver. Después los cuatro procesados se desplazaron hasta un canal del río Ebro, situado entre la Rápita y Sant Jaume d'Enveja, donde se "deshicieron" del cuerpo, pero se "olvidaron" de la mano amputada, la cual se quedó en el maletero.
La Guardia Urbana los pilla en un control
Una vez tiraron el cadáver al río, los cuatro acusados se reencontraron con el resto de implicados en un hotel de la Pineda. Hacia las 20.30 h del día de los hechos, agentes de la Guardia Urbana de Tarragona detuvieron el vehículo en el cruce entre la calle Jaume I y Felip Pedrell porque cometieron una infracción de tráfico. En el registro del coche, localizaron la mano amputada y los detuvieron. Dos de los acusados se encuentran en prisión provisional desde el 29 de agosto de 2021 mientras que el resto se acordó su libertad provisional meses después de su detención, entre octubre del año 2021 y enero de 2022.
Peticiones de penas de prisión
Por todo ello, el ministerio público considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato y otro de encubrimiento. Por el primer delito pide 25 años de prisión para dos de los acusados mientras que por el segundo tres años de prisión para los otros cuatro investigados. En cuanto a la responsabilidad civil, solicita una indemnización de 120.000 euros por cada uno de sus familiares más próximos, en concreto para los padres y hermanos de la víctima.