Vilanova i la Geltrú cuenta con el diagnóstico de ciudad que perfila el grado de madurez local en el ámbito de ciudad inteligente. Se trata de un documento que define la hoja de ruta para construir la estrategia Smart City. Este trabajo se ha confeccionado con el apoyo del servicio de Tecnologías y Sistemas Corporativos de la Diputació de Barcelona con el asesoramiento de la consultora Deloitte.
El documento "Desarrollo de estrategias de ciudad inteligente para Vilanova i la Geltrú" se ha presentado en el transcurso de una sesión de trabajo con el equipo de la Agencia Pública de innovación, Neàpolis y la concejala de Hacienda, Empresa, Innovación y RSC, Olga Arnau. Al finalizar la presentación se ha entregado el diagnóstico que define las acciones para consolidar la estrategia de ciudad inteligente y también para apuntar cuáles deben ser los órganos que asegurarán el cumplimiento de esta estrategia y objetivos finales. La concejala ha concluido que esta "es una herramienta que nos debe permitir completar y coordinar las estrategias de la innovación y de la internacionalización que ya estamos desplegando actualmente, mejorando la calidad y eficiencia de los servicios a los ciudadanos."
Saber cuáles son los puntos fuertes y débiles a la hora de prever cómo se gestiona una ciudad, conocer los retos a los que habrá que atender o en qué ámbitos nos encontramos mejor situados es relevante a la hora de tomar decisiones.
Las principales áreas sobre las que se ha detectado que las ciudades inteligentes tienen más potencial son la movilidad, la energía, la gestión de los residuos, la vivienda, el agua y el medio ambiente. Las estrategias de ciudad inteligente deben servir para mejorar la gestión en estos ámbitos con la ayuda de las tecnologías de la información y la comunicación y que el resultado de estas acciones revierta en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
La metodología utilizada para la confección de este diagnóstico que incluye el análisis del conjunto de iniciativas, programas y proyectos locales como los planes de desarrollo local, el Plan de proyección internacional, el Pacto para el empleo del Garraf, los programas de actuación inversión y financiación, los proyectos de especialización y competitividad territorial (PECT) y el plan de actuación municipal (PAM). Además de las políticas en curso se añaden también los datos procedentes de estudios y estadísticas. Al conjunto se incorporan el resto de agentes que son fundamentales en el despliegue de la estrategia. Se trata de un conjunto heterogéneo que comprende desde la administración pública, a los agentes económicos y sociales, las universidades, centros de investigación y las entidades de la sociedad civil.
Con todos los datos y una vez definidas fortalezas y debilidades se miden diferentes servicios en base a los llamados ejes smart . Se trata de seis líneas sobre el grado de cumplimiento de las cuales se mide el nivel de madurez de las ciudades inteligentes. Estos seis ejes son: calidad de vida, ciudadanía, medio ambiente, movilidad, económica y gobierno. En cada uno de estos ejes se detallan cuáles son los servicios municipales más desarrollados lo que permite definir, en porcentajes, el grado de madurez de cada uno de los ejes y detectar dónde hay que mejorar.
Finalmente el documento sienta las bases de las acciones a desplegar. Esta hoja de ruta define una visión y misión y fija los objetivos a alcanzar y que se recogen en 4 grandes objetivos específicos: el primero ofrecer servicios a las empresas y emprendedores para la incorporación a la TIC; el segundo disponer de servicios, recursos e infraestructura para la innovación; el tercero definir las iniciativas globales de ciudad inteligente y en cuarto y último término promover las nuevas tecnologías entre la ciudadanía.
El plan acaba definiendo un seguimiento de acciones concretas. Entre algunas de estas acciones se encuentra la implementación de servicios electrónicos de orientación al trabajo y el emprendimiento o el Foro de la innovación local. También se recogen acciones de carácter ambiental y de gestión de la vía pública y la seguridad hasta una serie de 12 propuestas a desplegar a medio y largo plazo.
