Los Mossos d'Esquadra han trasladado este martes por la mañana a Vilanova i la Geltrú a los dos agentes de la Guardia Urbana de Barcelona acusados de la muerte de un compañero del cuerpo que fue encontrado calcinado en un coche cerca del Pantano de Foix el 4 de mayo. La policía los ha llevado a la casa de ella –pareja de la víctima- para hacer la reconstrucción de los hechos. Los dos detenidos, que están en prisión provisional desde mediados de mayo, han llegado a la urbanización Santa Maria de Vilanova i la Geltrú sobre las 10.00 horas, y la reconstrucción ha comenzado sobre las once y media, cuando han llegado la comitiva judicial y los abogados. Después de estar dentro de la casa durante casi dos horas, la policía ha trasladado a los detenidos a la pista forestal donde apareció el cuerpo calcinado, aunque inicialmente no estaba previsto. Antes, sin embargo, se han detenido en otro lugar relacionado con los hechos.
Los dos detenidos, una mujer de 33 años que era pareja de la víctima y un hombre de 36 años, han llegado en dos vehículos policiales diferentes, procedentes de las prisiones de Wad-Ras y Quatre Camins. Han entrado dentro de la casa separados pero de forma seguida, y en ambos casos la policía les ha cubierto con un llamativo paraguas amarillo, ante la expectación mediática generada en la zona. La reconstrucción la ha encabezado la magistrada del juzgado de instrucción número 8 de Vilanova i la Geltrú, que mantiene el caso bajo secreto de sumario. Durante las tareas han participado una quincena de agentes de los Mossos d'Esquadra, que han utilizado un maniquí y también han entrado un vehículo en el jardín de la casa. Esta parte del operativo en el interior y exterior de la casa ha durado hasta poco más allá de las doce del mediodía. Acto seguido, la comitiva judicial y policial ha trasladado a los detenidos, en compañía de sus abogados y del abogado de la familia de la víctima –personada en la causa como acusación particular- hasta la pista forestal junto al pantano de Foix donde apareció calcinado el cuerpo de la víctima. Con todo, han tardado cerca de dos horas en llegar, debido a que previamente han desplazado a los detenidos a otro lugar relacionado con los hechos. En cuanto a la reconstrucción en la pista forestal, ésta ha durado poco menos de veinte minutos y los arrestados han regresado a la prisión. Tres agentes y varias causas judiciales El cuerpo de la víctima del ya conocido como crimen del pantano de Foix apareció en una pista forestal del parque la tarde del 4 de mayo. Menos de 24 horas después, trascendió que el hombre muerto era un agente de la Guardia Urbana de Barcelona, el cual estaba suspendido de sueldo y empleo por presuntamente haber agredido a un motorista que se había saltado un control policial en la carretera de la Arrabassada de Barcelona. Al mismo tiempo, la víctima era pareja sentimental de una mujer agente de la Guardia Urbana, la cual se había convertido en conocida mediáticamente hacía pocas semanas por haber denunciado a una expareja que había difundido fotografías sexuales de ella cuando cortaron la relación. El caso se ha popularizado como 'pornovenganza'. La investigación policial del crimen del Foix señaló, precisamente, a la pareja de la víctima y a otro compañero de la Guardia Urbana como principales sospechosos de ser los autores de la muerte. Se da la circunstancia de que el hombre arrestado había sido condenado en 2013 por un delito de lesiones. Ante las sospechas, los Mossos d'Esquadra detuvieron a los dos urbanos acusados del crimen una semana después de los hechos, y la jueza decretó prisión provisional comunicada sin fianza. Según señalaron los abogados en ese momento, los detenidos declararon ante la magistrada relatando versiones "contradictorias" y el hombre arrestado admitió "una participación que no está relacionada con la muerte". El hombre ingresó en el centro penitenciario de Quatre Camins, mientras que ella lo hizo en la prisión de Wad-Ras. En ambos casos, en módulos especiales por su condición de policías.
