La compañía de aguas de Vilanova i la Geltrú ha puesto en funcionamiento la nueva cubierta de aluminio del depósito nº1. La nueva infraestructura, que sustituye a la antigua vela flotante que cubría el depósito, ha tenido un coste de 300.000 euros y ha requerido mantener el depósito vacío durante un mes entero, el tiempo que ha sido necesario para retirar la antigua cubierta y colocar la nueva. El tanque que tiene más de ciento cincuenta años y que recibe el agua procedente de Abrera, tiene una capacidad de 12.000 metros cúbicos, cantidad con la que abastece diariamente a toda la ciudad.
El gerente de la compañía de aguas de Vilanova i la Geltrú, Marc de Arias, ha acompañado a la alcaldesa Neus Lloveras, el concejal de obras y servicios viarios, Joan Giribet, y a otros miembros del consistorio vilanovés, en una visita por las nuevas instalaciones. De Arias ha aprovechado para explicar cómo es el funcionamiento del depósito y todos los arreglos que se han realizado en el entorno.
Neus Lloveras ha valorado muy positivamente el funcionamiento de la Compañía de Aguas y la capacidad de gestión que tiene, ya que en los últimos meses, además de la cubierta, ha realizado otras acciones como la sustitución de buena parte de las canalizaciones de la calle Josep Anselm Clavé. La alcaldesa ha destacado que ambas obras se han financiado a través de las inversiones que genera la compañía con el resultado de los beneficios que obtiene.
Para el concejal de obras y servicios viarios, Joan Giribet, la inversión en la cubierta del depósito de agua era una acción primordial e imprescindible. Giribet, también como vicepresidente de la compañía, ha asegurado que a la hora de tomar la decisión de sustituir la nueva cubierta, se celebró un coloquio para valorar el tipo de inversión que se debía realizar. "Con la nueva cubierta se ganaba en aspectos sanitarios, en salubridad y en seguridad para los trabajadores", ha aclarado el concejal.
Finalmente, el gerente de la compañía de aguas, Marc de Arias, ha señalado que con la nueva cubierta se ha mejorado la infraestructura, las necesidades del servicio y se ha reducido el gasto en mantenimiento, ya que los tratamientos a realizar al agua serán menores. Según De Arias, "esta nueva cubierta tiene una vida útil de treinta años, pero se espera poder alargarla un poco más".
