La Guardia Civil, en un operativo bautizado como 'Rigola', ha dado por desarticulado un grupo criminal especializado en la producción y contrabando de tabaco, con centros de operación en Vilanova i la Geltrú y Llorenç del Penedès. En concreto, ha detenido a dieciséis personas y ha decomisado 10.500 kilos de hoja y picadura de tabaco de contrabando, 230.000 paquetes de dos populares marcas, maquinaria de producción de cigarrillos, cuatro vehículos y varias herramientas. Los agentes también han localizado diez sacos de grandes dimensiones llenos de estiércol, y la policía no descarta que los detenidos los quisieran utilizar para mezclar con el tabaco. Los arrestados han pasado a disposición del juzgado de instrucción número 7 de El Vendrell.
La investigación comenzó en torno a un grupo criminal al cual la Guardia Civil ya había intervenido dos contenedores de tabaco de contrabando procedentes del sudeste asiático. Los agentes identificaron a la persona responsable del material y averiguaron las relaciones que mantenía con terceras personas que presuntamente formaban parte de la estructura delictiva del grupo. A principios del pasado mes de marzo, la Guardia Civil intervino un camión cargado de tabaco de contrabando de dos conocidas marcas tabaqueras y detuvo a un hombre. La investigación reveló que el camión iba camino de una nave industrial de Vilanova i la Geltrú y se intervinieron 230.000 paquetes de tabaco, con un valor de más de un millón de euros. Al mismo tiempo, la policía averiguó que existía otra nave en Llorenç del Penedès, donde la organización criminal había instalado la cadena primaria de producción del tabaco, con la maquinaria industrial necesaria para picar las hojas y preparar los cigarrillos. Posteriormente, los agentes constataron que a esta nave llegaba un camión de matrícula polaca para descargar 100 cajas de cartón de grandes dimensiones. Durante el operativo, la Guardia Civil detuvo a quince personas y registró las dos naves. En el caso de Vilanova, encontraron una gran cantidad de material necesario para producir cigarrillos, como filtros, papel, cartón y bobinas de plástico. En cuanto a Llorenç, también se encontraron grandes sacos de estiércol. Para aclarar si se utilizaba para mezclarlo con el tabaco, la policía remitió una muestra al Instituto Español de Toxicología de Barcelona. En total, la Guardia Civil calcula que los beneficios económicos que hubiera obtenido el grupo criminal comercializando todo el tabaco intervenido habrían sido de entre tres y cuatro millones de euros.
