El Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú quiere recuperar los antiguos humedales que históricamente había en la Playa Larga, un espacio de diez hectáreas situadas en primera línea de mar. Las lagunas desaparecieron hace más de un siglo, y el plan general de 2001 calificó la zona como urbanizable, hecho que llevó a abrir calles y a la compra de terrenos por parte de una constructora.
Hace veinte años, sin embargo, el Ayuntamiento frenóel desarrollo urbanístico por riesgo de inundabilidad y por la voluntad de preservar el espacio natural. Después de pequeñas actuaciones, ahora se encamina el final de la renaturalización con la recuperación de las lagunas, la introducción de 7.000 plantas de especies autóctonas y la apertura de un centro de visitantes el año que viene.
El gobierno municipal apunta que la renaturalización ha sido muy lenta por motivos económicos, y celebra que una reciente subvención europea de los fondos FEDER haya permitido poner el acelerador y concretar la recuperación y apertura del espacio. En concreto, el consistorio ha recibido 180.000 euros, a los que suma 180.000 euros más de fondos propios.

, detalla que el dinero se está destinando a retirar las calles que se urbanizaron hace más de 20 años. Se han retirado las aceras, las farolas y se ha levantado el asfalto “para quitar los restos de toda una operación urbanística que por suerte quedó parada”.
En una segunda fase, han entrado excavadoras en el recinto de la Playa Larga para generar el espacio que antiguamente habían ocupado tres humedales que suman más de 9.000 m². De estas, a mediados de este diciembre ya se han abierto dos lagunas, que se están empezando a llenar con agua freática, a la espera de que lleguen lluvias o algún temporal de mar que suba el nivel.

Sánchez resalta que uno de los objetivos es “recuperar prácticamente el formato original que tenían estas zonas húmedas para tal de atraer aves y otras especies animales”. En este sentido, de forma simultánea a la apertura de las lagunas se está trabajando en plantar 7.000 plántulas de diversas especies autóctonas, a la vez que se retiran las invasoras.
El plan de recuperación de la Playa Larga también incluye, detalla la concejala, la creación de unos itinerarios internos, algunos de los cuales se señalizarán con pasarelas de madera. Estos recorridos a lo largo de las diez hectáreas se pretende que sean un espacio de divulgación de medio ambiente, con diferentes puntos de observación de aves.

Un centro de acogida de visitantes
Sánchez destaca que la renaturalización del espacio se completará con la construcción de un pequeño centro de acogida de visitantes, que se prevé que abra a lo largo de 2024 y que servirá para controlar el acceso a la zona. Hace años que el recinto está cerrado por motivos de seguridad y la intención es mantener esta restricción, con la entrada de visitantes de forma controlada para garantizar su preservación.
El punto de acogida de los visitantes se creará muy cerca del módulo prefabricado que hace más de veinte años instaló la empresa constructora que proyectaba tres bloques con cerca de 250 pisos. El barracón, con notable estado de degradación exterior, ha acabado siendo el local de la Asociación de Vecinos del Prat de Vilanova, pero el Ayuntamiento asegura que lo sacará pronto. “Su retirada será la imagen más gráfica del pasado urbanístico que paramos y del futuro que espera a la Playa Larga”, dice Sánchez.
La concejala sostiene que la renaturalización de la Playa Larga ha sido una apuesta de la ciudad porque es un espacio “con una ubicación y unos valores estratégicos”. Sánchez asegura que es una zona con un “alto valor ambiental” porque hace de corredor biológico entre el Macizo del Garraf y la desembocadura del Foix. Por eso destaca la intención de fomentar las visitas de escolares y grupos de familias.

Desde que hace veinte años la ACA advirtió de la inundabilidad de los terrenos, el Ayuntamiento y diversos movimientos sociales han trabajado para blindar el espacio —y compensar a la constructora sus derechos urbanísticos. Ahora que la recuperación de la zona encamina la recta final, la concejala considera que la ciudad “se debe colgar una medalla” por haber sido “valiente” a principios de los 2000 a la hora de parar un desarrollo urbanístico como el que estaba proyectado en esta primera línea de mar.
“Vilanova fue pionera a la hora de garantizar que tuviéramos un espacio recuperado, y nos debemos felicitar porque esto ha sido un triunfo de toda la ciudad”, reafirma. Sánchez recuerda que hace veinte años se pararon los permisos urbanísticos con un acuerdo con la constructora en que también entró el Incasòl. Y es que la Generalitat compensó a la promotora con otros terrenos mientras Vilanova no dispusiera de más suelo urbanizable.
En este sentido, la ciudad continúa pendiente de hacer un nuevo plan general que recalifique nuevo suelo, de manera que la Generalitat pueda tener la compensación de su participación en aquel acuerdo. El nuevo planeamiento es también el que debe retirar los usos urbanísticos que, sobre papel, todavía tiene la Playa Larga. “Falta cerrar el círculo bien cerrado y hacer un cambio de planeamiento, que confiamos en que esta legislatura quedará resuelto con la aprobación inicial”, augura la concejala.