Vilanova i la Geltrú y los otros ocho municipios que integran la Associació de l'Arc Metropolità han sumado esfuerzos para pedir que la implementación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) se haga con plenas garantías, para no dejar a nadie atrás ni causar ningún elemento de desigualdad social.
La primera fase de la Ley 7/2021 del 20 de mayo de cambio climático y transición energética obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a implantar Zonas de Bajas Emisiones, para mejorar la calidad del aire y la salud de las personas.
Las ZBE comportan una limitación de acceso de los vehículos más contaminantes a determinadas zonas de un municipio. En el caso del Arco, y una vez estén totalmente implantadas, las ZBE funcionarán todos los días laborables, de lunes a viernes, de 7 de la mañana a 8 de la tarde, con un ámbito geográfico inicial delimitado a los espacios céntricos de las ciudades. No podrán acceder dentro de este horario los vehículos sin la etiqueta ambiental Zero, Eco, B o C.
Para hacerlo posible, los municipios han previsto que la aprobación de las ordenanzas de regulación de las Zonas se lleve a cabo entre el segundo semestre de 2023 y el segundo semestre de 2024.
Las restricciones en episodios declarados de contaminación ambiental por dióxido de nitrógeno (NO2) comenzarían durante 2024. En enero de 2025 las restricciones pasarían a ser permanentes y en mayo de 2025 se empezarían a interponer sanciones. Todo ello después de varias campañas de difusión y concienciación, contando con diferentes canales y recursos, para garantizar que la ciudadanía tenga al alcance toda la información.

Excepciones y moratorias de carácter social
Con el objetivo de garantizar la sensibilidad social del proceso de implantación y no dejar a nadie atrás, los municipios del Arco han previsto todo un conjunto de excepciones, como autorizaciones temporales y moratorias de acceso a vehículos de personas y familias con bajos niveles de renta, a los vehículos de personas autónomas y trabajadoras a las que les falten como máximo 5 años para jubilarse o los casos de vehículos que sean necesarios para una determinada actividad profesional.
También se piden excepciones los vehículos dedicados al transporte de Personas con Movilidad Reducida o diagnosticadas de enfermedades que requieran tratamientos médicos, y a los ciudadanos y ciudadanas empadronados en la Zona de Bajas Emisiones en el momento de entrada en vigor de la normativa, que podrán acceder sin distintivo mientras mantengan la residencia.
El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú, Gerard Llobet, ha explicado que hace meses que se trabaja en esta propuesta, que responde a unas necesidades reales del territorio “La propuesta satisface la necesidad de impulsar nuevas medidas para cumplir con la normativa europea y también – ha afirmado- incorpora la necesaria visión social de una medida como esta, en el objetivo de adaptarse a cada realidad territorial y socioeconómica”.
Los municipios del Arco Metropolitano han reclamado medidas vinculadas con la calidad del aire y el cambio climático desde un punto de vista global que tenga en cuenta la realidad de cada uno y que, a la vez sea con visión de conjunto. En este sentido, apuntan a la necesidad de ofrecer a la ciudadanía la alternativa de una oferta de transporte público que conecte los diferentes municipios, con horarios y frecuencias ajustadas a las necesidades y demandas, además de la aplicación de una zonificación tarifaria coherente con el uso de este transporte.

Para Gerard Llobet “En Vilanova i la Geltrú, a diferencia del Área Metropolitana, la implantación de una ZBE va ligada necesariamente a una apuesta firme por parte de la Generalitat en lo que se refiere al transporte público. Barcelona – ha explicado el concejal - puede ofrecer alternativas diversas y una oferta de transporte público que no tenemos los municipios de fuera del Área Metropolitana, por lo tanto, pensamos que la propuesta de ZBE debe tener en cuenta estos condicionantes y realidades diversas”. Y ha añadido que “no se pueden implantar unos criterios homogéneos en todo el territorio cuando no tienen ni los mismos problemas ambientales ni tampoco, las mismas posibilidades”.
La propuesta del Arco Metropolitano también reclama más coordinación y apoyo por parte de la Generalitat, a quien reprochan que estén trabajando en un decreto de bajas emisiones homogéneo, que no tiene en cuenta las particularidades del territorio ni la participación de los municipios. Además, consideran que deja en papel mojado la inversión en tiempo y dinero que han destinado los ayuntamientos durante los últimos dos años para definir sus propias Zonas de Bajas Emisiones.