El Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú completará este fin de semana el cambio de sentido de 40 calles. La reordenación integral del tráfico canalizará los vehículos rodados hacia las afueras de pequeñas subzonas ya pacificadas, en el marco del Proyecto de Pacificación del Centro iniciado el año pasado. Uno de los cambios sustanciales de ahora es la prohibición de cruzar la Rambla Principal.
El área afectada por los cambios de circulación ocupa casi 41.000 m² y afecta al casco antiguo de Vilanova y el sector sur de la Geltrú. El Ayuntamiento sostiene que se quieren evitar los atajos que muchos conductores utilizaban por el centro de la ciudad. En todos los casos, el consistorio garantiza el acceso de los transportistas o de personas con movilidad reducida.
La gran área delimitada con los nuevos sentidos de circulación la marcan las calles de Tarragona, de Sant Magí y del Hospital al norte; las calles de la Unió, raval de la Pastera y los cascos antiguo y nuevo de la Geltrú al este; las avenidas de Antoni Vidal y de Josep Tomàs Ventosa al sur y la rambla de Salvador Samà y calle del Pare Garí al oeste.
El Ayuntamiento remarca que la reducción de los desplazamientos internos en coche es uno de los grandes propósitos del actual mandato. En este sentido, apunta que el plan de movilidad aprobado en 2016 contaba 240.000 desplazamientos diarios, de los cuales 200.000 eran dentro de la ciudad. De estos, cerca de 50.000 eran con vehículo privado, cifra que ahora se quiere reducir al máximo.
La pacificación del centro de Vilanova se empezó a desplegar el año pasado, con medidas como la remodelación de la rambla Salvador Samà, donde se eliminó un carril de circulación y también se suprimió buena parte de los aparcamientos para crear un carril bici. Una reforma que levantó las protestas de los comerciantes. Un formato similar se proyectaba posteriormente en la avenida Francesc Macià.
Después de aplicar el cambio de sentido a 40 calles este fin de semana, el gobierno apunta que trabajará para crear un anillo de aparcamientos disuasivos alrededor de la ciudad. La intención es que enlacen con carriles bici. También garantiza la reorganización de las zonas de distribución de mercancías.