Los espacios verdes de VNG se adaptan a la situación de excepcionalidad por sequía y limitan el riego al mínimo imprescindible. Tal y como marca el decreto de la Generalitat del 28 de febrero, se han cerrado todos los sistemas de riego por aspersión y goteo y, sólo en caso de necesidad, se riega con el sistema gota a gota o con manguera, si peligra alguna vegetación que hay que mantener o las zonas que lo necesitan para sobrevivir.
Las fuentes ornamentales de la ciudad están apagadas y vacías. Esta situación ha permitido llevar a cabo el saneamiento de la balsa del parque de Gumà y Ferran. El técnico responsable de jardinería del Ayuntamiento, Josep Maria Valcarcel, explica que “se crean organismos vivos que hacen una biocapa que no nos interesa, porque nos ensucia el agua, la intoxica”. Esta limpieza, que se realiza con una máquina de presión que utiliza aguas freáticas, es para retirar estos residuos, acumulados en los fondos.
Los servicios municipales aprovechan también para hacer pequeñas reparaciones y en las próximas semanas se volverá a llenar la balsa para evitar que muera la vegetación que hay en la caída de agua, formada por rocas. El rellenado se hará también con aguas freáticas del sistema hídrico del parque, lo que no contraviene el decreto de sequía en ninguna de sus fases, porque esta agua no se puede utilizar como agua potable y, si no se utiliza, acaba desaguando en el mar.
De toda la vegetación que hay en los espacios públicos de VNG, se mantiene el riego al arbolado de segundo año, plantado en 2022 y al que se ha plantado este 2023, porque si no estos ejemplares morirían.
Por otra parte, el servicio de jardinería ha dejado de regar todas las plantas con flor, que estaba previsto cambiar esta primavera, y en las próximas semanas se retirarán de sus ubicaciones. Cuando la situación de sequía se revierta, se volverán a plantar. Esta situación incluye los tiestos de las farolas de la plaza de la Vila y la Rambla.
