Vilafranca del Penedès ha dado este anochecer elpistoletazo de salida oficial a la Navidad con un espectáculo lleno de luz, música y emoción que ha convertido la plaza de la Vila en un auténtico escenario de fantasía. El Hada Lua, llegada “de tierras más allá de Sant Pau”, ha sido la encargada de encender la iluminación navideña de este año, en un acto que ha combinado humor, reivindicación y tradición, y que ha reunido a cientos de familias en un ambiente festivo.
La fiesta comienza en los balcones: personajes y discurso institucional
Apenas cinco minutos después de la hora prevista, la Maricartes ha aparecido en los balcones del Ayuntamiento, acompañada de otros personajes de Arcadia y del propio alcalde, Francisco Romero. Ante una plaza expectante, Romero ha destacado el espíritu de unas fiestas que vuelven a llenar la ciudad de actividades e ilusión: "Vilafranca está preparada para estas fiestas. Además, tenemos muchas actividades preparadas. Hemos preparado el pistoletazo de salida de una iluminación, que llegará a todos los hogares, con esta ilusión que tiene la Navidad, y que traerá buenos deseos para todos".
El alcalde también ha recordado que Vilafranca mantiene la cifra de elementos lumínicos del año pasado —483 ornamentaciones— repartidos en 35 calles y espacios públicos, garantizando que la luz llegue a todos los barrios de la ciudad.
La Fosca irrumpe y reivindica la cara menos amable de la Navidad
Cuando la plaza ya vibraba de nervios y expectación, la Fosca ha interrumpido el acto apagando cables y desenchufando la iluminación por sorpresa. Lo ha hecho recordando que “no hay Navidad perfecta”, y que también hay espacio para la tristeza y las emociones más oscuras: “Hay tristeza que es por culpa de personas que deberían reflexionar”, ha dicho con contundencia.
Entre risas y complicidad con el público, ha asegurado que “hay mucha gente que se merece carbón”, y ha dado paso a una divertida interpretación de la canción del carbón. La plaza se ha llenado de grandes globos negros que salían de las ventanas del Ayuntamiento, y confeti oscuro, en uno de los momentos más sorprendentes de la tarde.
Las luciérnagas anuncian la llegada del Hada Lua
El acto ha dado un giro mágico cuando una luciérnaga ha aparecido para anunciar la llegada inminente del Hada Lua. De manera espontánea, el público ha encendido la linterna del móvil, convirtiendo la plaza en un mar de pequeñas luces que simulaban un enjambre de luciérnagas.
Entre este paisaje brillante, el Hada Lua ha aparecido en el centro de la multitud con su farolillo encantado, que —según dice la leyenda— solo se enciende cuando oye las voces de los niños.
En los balcones, un coro de niños y niñas ha iniciado la canción “Una estrella y un camino”, un tema especial elaborado a partir de los deseos aportados por escolares de la ciudad. La plaza ha seguido el canto, creando un momento colectivo de emoción que ha hecho brillar el farolillo del Hada.
Cuenta atrás, nieve y encendido oficial de la Navidad
Tras el canto, todos los personajes, niños y público han iniciado una cuenta atrás multitudinaria. Al llegar a cero, la luz ha estallado por toda la ciudad: se han encendido los puntos de luz navideña, ha brillado el árbol gigante de la plaza de la Vila, y cañones de nieve artificial han comenzado a rociar la plaza, arrancando gritos de euforia de los más pequeños.
La Feria de Santa Lucía abre puertas
En paralelo al encendido, también se ha inaugurado la Feria de Santa Lucía, instalada este año en la rambla de Sant Francesc y que permanecerá abierta hasta el 21 de diciembre, con puestos de artesanía, decoración y productos navideños.
Un inicio de fiestas que reafirma la tradición
Con este espectáculo mágico, familiar y lleno de simbolismo, Vilafranca vuelve a consolidar el encendido de luces como uno de los actos más esperados del calendario navideño. Un punto de encuentro para grandes y pequeños que, un año más, ha llenado la ciudad de ilusión y de una atmósfera inconfundiblemente navideña.