Llegamos a la mitad del mandato, ¿qué valoración hace de cómo ha ido hasta ahora?
Ha sido un mandato marcado por la pandemia y por unas repercusiones que no han sido positivas. Pero sí que hago una valoración positiva de la gestión que se ha hecho desde el Ayuntamiento. Hemos asumido la lucha contra la pandemia y sus efectos, mucho más allá de lo que son nuestras competencias suplementando, incluso, lo que otras administraciones superiores no han hecho. Esto ha supuesto un esfuerzo importante que el Ayuntamiento ha cumplido con creces.
Cabe decir, también, que los efectos que ha tenido la pandemia sobre el presupuesto municipal nos ha hecho replantear todo el plan de gobierno de la legislatura, pero en vez de dar marcha atrás, lo que hemos hecho es apostar por hacer una intervención pública, keynesiana, que nos permita reactivar la vida de la ciudad. Esto es posible gracias a la buena política económica que hemos llevado a cabo y que nos permite tener una situación con suficiente solvencia para poder endeudarnos y hacer más inversiones públicas que nunca. La Vilafranca de aquí a dos años (tiempo en el que se deben materializar estas inversiones incluidas en el Plan de Intervención Integral en el Centro y en la calle Comerç-PIICC) será mucho mejor.
¿Todos los proyectos que tenían en mente los han podido llevar adelante?
No. Como decía antes, los hemos tenido que cambiar. Terminaremos todo lo que teníamos en marcha (nuevo pabellón, renovación de la Casa de la Fiesta Mayor...), pero algunos otros proyectos los hemos cambiado y hemos impulsado el PIICC para reactivar Vilafranca.
¿Qué impacto ha tenido la covid-19 en el municipio?
Ha tenido un impacto importante en muchos sentidos: sanitariamente, como es lógico, pero también económica y socialmente. Ha sido un año muy duro en el que la restauración y mucha parte de los comercios han estado cerrados. Este es otro de los motivos por los que apostamos por una política de reactivación de la ciudad.
Desde el Ayuntamiento, ¿qué ayudas sociales y económicas se han impulsado para paliar los efectos de la crisis?
Hemos impulsado ayudas de muchos tipos. Por un lado, las ayudas han consistido en aplicar menos impuestos y menos tasas, especialmente en aquellos comercios que han tenido que cerrar. Por otro, también hemos puesto más dinero en la calle a través de campañas para fomentar el comercio de proximidad como los VilaFrancs o el marketplace (vilafranca.aprop.online). En la vertiente social ha habido un aumento de todas las partidas destinadas a servicios sociales, incluso las relacionadas con la formación para preparar y ayudar a las personas a encontrar trabajo.
¿Cómo encara la segunda mitad del mandato que le queda por delante?
Con mucha fuerza porque ya está comenzando toda esta serie de obras del PIICC, que han sido planteadas para dar trabajo a las empresas locales y comarcales, hecho que tendrá una incidencia importante en Vilafranca. Son obras que incrementarán la calidad de vida de los vilafranquinos y vilafranquinas.
Uno de los objetivos de este mandato es la regeneración del centro histórico. ¿En qué consiste la mejora urbanística que se quiere hacer y qué objetivo tiene?
Consiste en hacer inversión en la calle. La crisis de 2009 supuso una pérdida media de ingresos media de unos 10 millones de euros anuales durante los 10 años que duró la crisis. Durante este tiempo, la prioridad fueron los servicios sociales para que nadie se quedara atrás y esto hizo que no se pudiera hacer inversión en la vía pública.
Ahora recuperamos la inversión en la vía pública: arreglar aceras, plazas, calles, reordenar la ciudad. Unas inversiones que mejorarán la ciudad, el medio ambiente y la calidad de vida de los vilafranquinos y vilafranquinas.
Un proyecto importante que están impulsando es la creación de un carril bici que irá hasta Santa Margarida i els Monjos. ¿Qué beneficio tendrá para el municipio y para la comarca?
Será un beneficio muy importante porque afectará a muchas personas, tanto de Vilafranca como de Santa Margarida i els Monjos, que podrán ir a trabajar con vehículos sostenibles y más económicos. En total, y contando que Santa Margarida i els Monjos también alarga su carril bici, tendremos 6 km de carril bici que llegará hasta la Ràpita.
La experiencia de otras ciudades nos muestra que este cambio necesitará un proceso de adaptación por parte de la población, pero, una vez se asuma, será muy positivo.
¿Cómo están las negociaciones para el cubrimiento de las vías y la mejora de la estación?
Están mejor que el año pasado y peor que el que viene. Estamos trabajando para desencallar el tema.
Vilafranca del Penedès es una ciudad que vive muy intensamente su Fiesta Mayor. Después de no poder celebrarla en 2020, ¿qué planes hay para este 2021?
El plan es celebrar lo máximo que se pueda con la máxima prudencia y cumpliendo todas las normas sanitarias vigentes. Recuperar al máximo la normalidad, aunque ya sabemos que no podremos tener una Fiesta Mayor normal.
