"Un año trabajando por Vilanova i la Geltrú, un año construyendo la alternativa" por Juan Luis Ruiz

26 de mayo de 2020 a las 08:08h

Hace justo un año celebrábamos las elecciones municipales, que encabecé como candidato del PSC, liderando un equipo de hombres y mujeres comprometidos con Vilanova i la Geltrú desde muchos ámbitos profesionales y sociales. Representábamos y representamos un proyecto de ciudad que queríamos que se dedicara a hacer una mejor gestión del día a día, especialmente de los servicios básicos que se prestan desde el Ayuntamiento, tanto los servicios a las personas como, muy especialmente, de la necesidad de abordar la urgencia ante la maltrecha situación de la vía pública y, también, que pensara a largo plazo. Un proyecto que resultó ganador y, por tanto, validado y apoyado por una mayoría de la ciudadanía.

La aritmética electoral y los pactos postelectorales posteriores son bien conocidos: en el último momento antes de constituirse el nuevo consistorio, tres grupos municipales lograron hacer un pacto que el único objetivo que tenía era impedir que el PSC obtuviera la alcaldía. Tres grupos con proyectos políticos y de ciudad absolutamente antagónicos e incluso contradictorios y que hoy, un año después, la ciudad ya empieza a notar: la indefinición en temas capitales de futuro, como la planificación urbanística, en que parecía que debía volverse todo; la falta de liderazgo en cuanto al modelo de promoción económica; o el abandono de la vía pública, un hecho bien notorio ya antes del confinamiento.

A esto, hay que añadir la absoluta falta de voluntad de diálogo y las formas, demasiado a menudo completamente inadecuadas y que traslucen desprecio, por parte del gobierno con el principal partido de la ciudad; la poca transparencia al explicar la acción de gobierno; y la absoluta falta de debate político y de participación ciudadana, muy sorprendente cuando ésta ha sido durante muchos años una bandera política de unos de los partidos del gobierno y que ahora constatamos que sólo eran palabras vacías.

Todo ello hace que en la ciudad no haya un gobierno, sino tres partidos que, además, no tienen buenas relaciones políticas entre ellos, sin un proyecto compartido y común y sin una visión política conjunta de cómo debe ser la ciudad. Cada uno de ellos se dedica a hacer su propia guerra dentro del Ayuntamiento y a aplicar alguna acción política, con más o menos acierto, para poder justificar un acuerdo que ya advertimos que no aportaría nada a la ciudad. Así, mientras unos ahora argumentan a favor de incrementos de impuestos y tasas, con un aumento de la presión fiscal absolutamente injustificado, cuando hace sólo un año lo criticaban y votaban en contra, otros grupos del propio gobierno lo justifican como el precio que deben pagar para mantener este pacto.

En estos momentos, cuando ya antes de la pandemia los indicadores económicos anunciaban que Vilanova i la Geltrú perdía fuelle en relación a la comarca y a territorios vecinos, constatamos una grave ausencia de liderazgo político y de voluntad de consensuar acciones, que en el momento de la gestión de la crisis, se hará más necesaria que nunca y que es lo que están haciendo la mayoría de las ciudades importantes del país. Desgraciadamente, en Vilanova i la Geltrú la imposición y la ausencia de diálogo harán más difícil construir unos acuerdos básicos y necesarios para salir adelante sin dejar a nadie atrás, ya no sólo dentro del Ayuntamiento (que también), sino con el resto de sectores sociales y económicos.

Las prioridades del gobierno no son las prioridades que necesita la ciudad. Estamos asistiendo a decisiones tan cuestionables como la improvisación en temas complejos como la movilidad o la puesta en marcha de proyectos de dudosa viabilidad en estos momentos como alquilar una nave para hacer un espacio joven provisional, que este año costará 180.000 euros entre acondicionamiento y alquiler, y que no sabemos si se podrá utilizar por la crisis sanitaria que vivimos, mientras buscan recursos para gastarse más de dos millones en un equipamiento joven definitivo que consideramos que ahora mismo no es una prioridad. Eso sí, mientras tanto tenemos equipamientos comunitarios o deportivos o la misma vía pública en estado deplorable. La situación post-Covid debería hacer repensar las prioridades municipales y no vemos este gobierno en disposición de asumirlo. Habría que tomar medidas lo antes posible para evitar que el impacto económico y social sea el menor posible. Pero, como decía, el gobierno parece estar por otras cuestiones.

En estos momentos tenemos un gobierno que se dedica a mirar hacia otro lado, ausente y con una ciudad con ritmos alarmantes de abandono, con una nula capacidad de asumir un funcionamiento mínimamente correcto de los servicios básicos que necesita cualquier ciudad, como la limpieza o el alumbrado, fruto de la incapacidad de gestión política y por la parálisis de los últimos tres años que han provocado los que hoy están en el gobierno.

Por este motivo, hay que desde ya, trabajar, y así lo hacemos todo el grupo municipal y la agrupación del PSC, para consolidar y hacer posible la alternativa política a este gobierno. Una alternativa política que ya es mayoritaria y que, más pronto que tarde, debe hacer posible que la victoria electoral en la ciudad se materialice en un gobierno que tenga como única prioridad Vilanova i la Geltrú.

Juan Luis Ruiz

Candidato PSC en Vilanova i la Geltrú

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