La levantada del pasado mes de enero hizo emerger varios restos óseos humanos en la playa de les Coves de Sitges, junto a la antigua discoteca l'Atlàntida, y un estudio arqueológico señala ahora que probablemente la zona acogió una necrópolis romana. Del hallazgo realizado por una vecina, surgió una excavación liderada por Joan Garcia Targa y Núria Armentano, con la que se localizaron hasta tres esqueletos: un adulto de unos 35 años, una mujer joven de unos 16 años y un recién nacido de pocas semanas. Un análisis de los dientes hecho con Carbono 14 ha constatado que el hombre habría sido enterrado entre los siglos I y II después de Cristo, y que la chica sería de entre los siglos II y III. Garcia Targa recuerda que la línea costera en época romana estaba situada 150 metros más allá que la actualidad, por lo que no descartan que afloren otros enterramientos cerca de los cuerpos localizados este año.
Los restos óseos que se encontraron estaban incompletos, sobre todo en lo que se refiere al bebé, del que sólo se recuperaron algunas costillas y una extremidad inferior. De los otros dos individuos, uno de los cuales estaba rodeado de tejas, faltan huesos de la parte derecha del cuerpo y del cráneo. A pesar de las lesiones, los investigadores se han mostrado sorprendidos del buen estado de conservación de los huesos teniendo en cuenta la proximidad del mar. Joan Garcia Targa ha destacado la importancia del análisis realizado con Carbono 14 en un laboratorio de Miami, en Estados Unidos, financiado por la funeraria Àltima, ya que ha permitido descartar cualquier vínculo familiar entre los individuos adultos. Si bien el esqueleto del niño no se ha podido analizar por la fragilidad de los huesos, el estudio de los otros dos cuerpos ha desmontado las hipótesis iniciales. "Las visiones más románticas nos hicieron pensar que serían el padre, la madre y el hijo, intuyendo que los habrían enterrado a la vez por algún problema familiar", admite Garcia Targa, que detalla que los resultados del análisis han situado el entierro del cuerpo del hombre entre finales del siglo I y principios del II, mientras que la joven habría sido enterrada aproximadamente 100 años después. Por este motivo, el arqueólogo sostiene que "existe la posibilidad de que haya más entierros". Ante esta nueva hipótesis, Joan Garcia Targa anima a las administraciones a financiar un sondeo en todo el entorno de la playa de las cuevas, ya que la zona es explorable porque no hay ningún gran edificio –excepto la antigua discoteca l'Atlàntida-. Teniendo en cuenta que el espacio de la orilla es virgen y que también existe el gran solar que se utilizaba como aparcamiento de la discoteca, defiende la necesidad de realizar un sondeo que permita verificar si hay más cuerpos escondidos e, incluso, si también hay restos de construcciones romanas. Garcia Targa recuerda que los romanos enterraban a los muertos cerca de las zonas habitadas y de las vías de comunicación, motivo por el cual no descarta que bajo el aparcamiento de la discoteca haya "algún hábitat donde viviera la gente que hemos encontrado enterrada en la playa de les Coves". El arqueólogo sostiene que realizar un sondeo geológico permitiría valorar con certeza la necesidad de realizar y financiar campañas arqueológicas en la zona. Si afloraran restos de construcciones, los investigadores subrayan que se podría avanzar en la definición de la vida en el municipio en la época romana, ya que a día de hoy no han aparecido suficientes restos que permitan dibujar cómo era Sitges en aquel momento. Hasta ahora sólo se han encontrado pequeños vestigios en una casa cerca de la iglesia del Vinyet y en unas obras de un edificio del casco antiguo, que no han permitido ampliar el espacio de excavación debido a las construcciones del entorno.