Can Rocamora acoge a partir de este viernes y hasta el 4 de marzo la exposición 'Logicofobistas: 1936, el Surrealismo como revolución del espíritu', donde se recogen unas cuarenta piezas que ilustran una representación de lo que fue el surrealismo en Cataluña, marcado por la voluntad de sintetizar el espiritualismo, más allá de Joan Miró o Salvador Dalí. La muestra, comisariada por Josep Miquel Garcia, llega a Sitges después de pasar por municipios como Mataró o Sabadell pero, en este caso, incorpora una instalación dedicada a Artur Carbonell, artista local y uno de los máximos exponentes del surrealismo catalán. Aparte de Carbonell, la exposición también acoge manifiestos, programas y obras de Leandre Cristòfol, Esteve Francès, Ramon Marinel·lo y Àngel Planells, entre otros.
'Logicofobistas: 1936, el Surrealismo como revolución del espíritu' evoca la exposición que en mayo de 1936 acogió la Librería Catalonia, donde se presentaba el surrealismo como un movimiento transformador y de expresión libre. En aquel momento, la exposición la impulsó la Asociación de Amigos del Arte Nuevo (ADLAN), que había nacido en 1932 con algunos de los integrantes de 'L'Amic de les arts' y se había convertido en un referente en la promoción y difusión cultural durante la República. La visita a Barcelona de Paul Eluard en 1936 fue determinante para inaugurar la exposición. Ahora, la Generalitat, la Diputación de Tarragona, la Oficina de Patrimonio Cultural de la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento de El Vendrell se han coordinado para reunir la esencia de aquella muestra, en la que se reivindicó un estilo artístico rompedor, que despegó especialmente justo antes del estallido de la Guerra Civil.