Más presencia policial en las calles o proteger accesos a zonas concurridas con elementos como vallas de hormigón o jardineras. Son algunas de las medidas que han puesto en marcha municipios turísticos de Cataluña para protegerse de eventuales atentados. Algunos de ellos ya tomaron medidas de seguridad a raíz de atentados como el de Niza, pero otros las han reforzado tras el ataque en las Ramblas de Barcelona y en el paseo marítimo de Cambrils de este agosto. Mientras algunas localidades sólo prevén acciones en eventos puntuales, otras ya abren el debate de qué cambios habrá que plantear en el urbanismo del nuevo espacio público de las ciudades para incorporar estos elementos.
Sitges quiere blindar el casco antiguo En Sitges, ya antes de los atentados la Policía Local había instado al gobierno municipal a instalar pilonas hidráulicas para blindar el acceso al casco antiguo. "Antes era para pacificar el tráfico, ahora es por una cuestión de seguridad", explica el sargento Vicenç Cardona, defendiendo que también sería necesario desplegar un sistema de lectura de matrículas. Desde el consistorio, aseguran que la previsión es actuar "a medio plazo" pero aseguran que "si es necesario poner pilonas en algún lugar con inmediatez, así se hará". El presupuesto 2018 incorporará una partida para implementar estos elementos. Mientras tanto, el sargento sostiene que es necesario aplicar medidas puntuales que eviten el tráfico en el casco antiguo y apuesta por el uso de barreras de hormigón tipo 'New Jersey' en eventos multitudinarios, como el Carnaval. Cardona lamenta que este año no se utilizaran estas vallas porque la Dirección General de la Policía "no lo consideraba necesario", pero sostiene que el año que viene sería "recomendable" hacerlo para evitar posibles atentados como el de las Ramblas. De hecho, durante la Fiesta Mayor del año pasado y de este año sí se han instalado.
