La propuesta prosperó con el voto de calidad del alcalde, después de que la CUP diera por primera vez el voto favorable a unas ordenanzas desde que tiene representación en el Ayuntamiento, en 2015, y sumado a la ausencia de una concejala de Junts per Sant Sadurní, que habría dado una mayoría en contra.
Revisión de un 9% del IBI y un 20% de la tasa de residuos
La concejala de Hacienda, Eva Cruces, fue la encargada de repasar los cambios más destacados de la propuesta de modificación de ordenanzas y pidió a la oposición un apoyo «responsable». A pesar de reconocer la incomodidad que representa para el gobierno aumentar los impuestos, recordó la necesidad de equilibrar el presupuesto municipal ante el contexto actual de inflación y el aumento de los precios y los servicios. En varias ordenanzas se han aplicado las recomendaciones técnicas y actualizaciones en la redacción propuestos por la Diputación de Barcelona o el Organismo de Gestión Tributaria.
Una de las principales novedades se encuentra en el IBI, el principal impuesto municipal, que aumenta un 9% tanto en los bienes de naturaleza urbana, con un gravamen del 0,59%, como en los usos industriales. Por su parte, se mantendrá sin incremento en el caso de bienes de naturaleza rústica.
También se abre la posibilidad de incrementar el recargo del IBI de un 50 a un 150% en los casos de grandes tenedores con situación de desempleo superior a los dos años, con el fin de incitar la salida al mercado inmobiliario de muchas de estas propiedades.
Se establece también una cuota fija tope de 250 euros en las licencias urbanísticas, sustituyendo el porcentaje que se aplicaba por el valor catastral. En los servicios de la piscina municipal, se eleva la edad requerida de los 60 a 67 años para obtener el carné máster. Y también se amplía la tasa para incorporar el alquiler de hamacas al precio de un euro al día.
El otro gran titular de esta modificación de ordenanzas será el aumento del 20% de la tasa de residuos, que pasará a ser de 177,9 euros para los domicilios – casi 30 euros más que en 2023 (148,25 €) -. Cruces recordó la necesidad de dar cumplimiento a la Ley 7/2022 de residuos, que insta a acelerar en los próximos años la compensación con la tasa del coste real del servicio, y señaló que este esfuerzo permitirá elevar en 2024 hasta casi el 61,9% la cobertura de la gestión de los residuos municipales. También se refirió a la incorporación de una bonificación del 20% para aquellos vecinos que hagan compostaje doméstico de la fracción de orgánica.
Tarifación social
Por primera vez, las ordenanzas fiscales incluyen un modelo de tarifación social en una de sus tasas, en concreto en el servicio de la escuela de música, estableciendo hasta cuatro tramos según renta de la unidad familiar, que pretende garantizar el acceso a la enseñanza musical a todas las familias.
La concejala de Sant Sadurní En Comú Podem y socia de gobierno, Arantza Molina, incidió en la necesidad de equilibrar el presupuesto con una medida impopular pero responsable como es la subida de los impuestos ante la coyuntura actual, también se felicitó por la llegada de un modelo de tarifación social, y agradeció la buena sintonía mostrada por la CUP.
Posicionamiento de la oposición
La portavoz del PP, Mari Carmen Díaz, se mostró contundente en el rechazo de la propuesta, asegurando que no aceptarían el aumento de los impuestos en un contexto en el que las familias están sufriendo una gran presión fiscal con la inflación y el incremento de los precios.
La CUP dio por primera vez el voto favorable a unas ordenanzas fiscales. A pesar de subrayar que se trataba de una propuesta de mínimos, consideró positivo el «cambio de rumbo», con la subida del IBI para acercar el impuesto a los baremos medios. La portavoz, Arantxa Fernández, reclamó con todo un mayor esfuerzo en el IBI industrial, y también aplaudió la incorporación de la progresividad fiscal en la tasa de la escuela de música. En relación a la tasa de residuos, apoyó la bonificación por el autocompostaje e insistió en recordar la importancia de avanzar en la reducción en la generación de residuos.
El PSC justificó el voto en contra al considerar desproporcionada la revisión de las ordenanzas en la situación económica actual y calificó la propuesta de poco trabajada y sin interés por buscar el consenso con la oposición. El grupo de Pedro Campos planteó un incremento más moderado, del 5%, y solicitó algunos cambios en los próximos meses, incorporando ordenanzas como la que regule la zona azul, o un precio público por la limpieza de grafitis en las fachadas.
La ausencia por motivos personales de una concejala del grupo Junts per Sant Sadurní, que también se posicionó en contra, resultó clave para que no se produjera una mayoría en el plenario contraria a la modificación de las ordenanzas. Su portavoz, Ton Amat, trasladó el malestar por una propuesta que no plantea una reforma integral y progresista de los impuestos y por la falta de diálogo exhibida por el ejecutivo local. Reclamó más planificación y un esfuerzo en modernizar y estructurar a medio y largo plazo el presupuesto municipal. Defendió la actitud responsable de su grupo a pesar de no sentirse atendidos, dijo, por parte del gobierno a las propuestas y sugerencias que habían formulado.
La sesión, que contaba con un único punto en el orden del día, se resolvió después de algo más de cincuenta minutos, en uno de los debates de ordenanzas fiscales más cortos de los últimos años.