La crisis sanitaria provocada por el COVID19 nos pilló a todos desprevenidos. Había muchas incertidumbres, muchas presiones por parte de los diferentes agentes afectados y no teníamos directrices claras sobre cómo afrontar la situación a nivel local. Los encuentros con los diferentes agentes sociales y económicos de la ciudad nos ayudaron para captar la realidad, detectar las necesidades y diseñar todo un plan para dar respuesta lo antes posible. El Plan de Choque Social y Económico precisamente es eso, la respuesta que desde el Ayuntamiento de la ciudad damos para minimizar los efectos de esta crisis social y económica.
En primera instancia, como Ayuntamiento, tuvimos que adaptarnos a la nueva realidad, adoptando las medidas necesarias para poder llevar a cabo el teletrabajo garantizando la continuidad de la actividad de la Administración Local. Y, a la vez, adoptando medidas de prevención sanitaria cuando aún no habíamos recibido directrices al respecto. Tuvimos que empezar a aislar una zona donde se había detectado un caso, compramos material directamente en China, nos proveímos de gel y material sanitario, redactamos y consensuamos nuevos protocolos, incrementamos la limpieza y desinfección de espacios y nos dotamos de nuevos mecanismos para el nuevo funcionamiento con mamparas de metacrilato, separación de espacios, creación de itinerarios de movilidad, etc. Muchas de las medidas aún son visibles en esta vuelta a la presencialidad progresiva.
Por otra parte, la crisis provocó, de un día para otro, que mucha gente se quedara sin trabajo y sin ingresos. Personas que tenían una estabilidad económica se vieron afectadas, sin poderlo prever ni imaginarlo previamente, cómo dejaban de tener ingresos y cómo no podían comprar lo mínimo indispensable para vivir. Gente que necesitaba comprar comida y que veía que los ingresos de los ERTE tardaban mucho en llegar. En este periodo los usuarios del Economato de Vilanova i la Geltrú se triplicaron. Como Administración Pública era necesario dar respuesta a estas necesidades sociales básicas y así lo hicimos. Hemos destinado más de un millón de euros a ayudas sociales que pueden verse incrementadas hasta finales de este año.
A la vez, no podíamos fijarnos solo en dar respuesta a las necesidades sociales. Era importante diseñar todo un Plan de Dinamización Económica para incentivar el consumo, la reactivación de la actividad económica y la creación de empleo en nuestra ciudad. Diseñamos un calendario con diferentes campañas trabajadas con los agentes, diversos grupos de reflexión y colaboración entre empresas y hemos aprobado unas subvenciones para las empresas del municipio con un valor total de un millón de euros. Estas subvenciones son compatibles con otras subvenciones y ayudan a hacer frente a las inversiones y gastos que autónomos, profesionales y empresas han tenido que hacer frente ante la pandemia del COVID19.
Por último, ante la falta de liquidez de las familias y las empresas aprobamos la modificación del calendario fiscal permitiendo poder pagar los impuestos y tributos municipales más tarde y evitando tener que hacer pagos durante el periodo del confinamiento. Para ayudar a las familias disponemos de una tarificación social para adaptarnos a sus necesidades y para ayudar a las empresas redujimos las tasas municipales en un millón de euros. Todas estas ayudas también nos han obligado a hacer modificaciones presupuestarias con las previsiones de reducción de ingresos y el aumento de ayudas sociales y económicas a familias y empresas de la ciudad.
En total, son más de tres millones de euros directos que hemos destinado a hacer frente a las necesidades surgidas de la crisis del COVID19. A esta cifra hay que sumarle las partidas ordinarias del presupuesto que se han destinado a nuevos proyectos y programas relacionados con la nueva realidad que nos toca vivir. Como Ayuntamiento hemos trabajado desde el minuto cero para hacerlo posible. Seguiremos atentos a la evolución de esta pandemia y de esta crisis trabajando conjuntamente con los diferentes agentes y dando respuesta a las necesidades que se vayan produciendo.