La sala penal del Tribunal Supremo ha confirmado la condena de prisión permanente revisable al asesino confeso de una niña de 13 años en Vilanova i la Geltrú en junio de 2018. El alto tribunal ha ratificado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que confirmaba la pena impuesta por la Audiencia de Barcelona. Aparte de la prisión permanente revisable por un delito de asesinato también se le condenó a 7 años de prisión por un delito de agresión sexual. La resolución del Supremo remarca que se trató de un acto "cruel de principio a fin" cometido con una "maldad absoluta". Por otra parte, el Supremo estima el recurso de la acusación particular, que representa a la familia de la menor.
Concretamente, el alto tribunal suprime la atenuante de reparación del daño -aunque la decisión no tiene repercusión directa en la pena- y fija la prohibición de que el condenado se comunique o se aproxime a ellos cinco años -y no uno- por encima del cumplimiento de la prisión permanente revisable. "Nos encontramos con una pena que trata de preservar esta tranquilidad a la que tienen derecho los familiares", dice el Supremo.
La sala penal del alto tribunal considera probados los hechos de las anteriores sentencias, es decir, que la niña fue introducida en casa del condenado cuando bajaba las escaleras de casa de sus abuelos para encontrarse con su padre. Una vez en el domicilio del asesino, éste la agrede sexualmente y la mata "en la forma descrita en los hechos probados usando un cuchillo y asfixiándola, concurriendo ensañamiento".
"El hecho fue de una tremenda gravedad y con elevado reproche penal que el legislador ha querido y previsto en este tipo de casos", dice la sentencia, que coincide con el TSJC en que la muerte por asfixia es "lenta, agonizante, consciente y cruel" y que esta crueldad se evidencia por el hecho de que la niña tenía "contusiones, erosiones y heridas de arma blanca". "Maldad brutal sin finalidad", destaca la resolución, que ve correcta la pena impuesta.
