El arado de tierras para plantar una viña en la zona de Cal Bou, en el núcleo de Sant Sebastià dels Gorgs de Avinyonet del Penedès ha hecho aflorar un gran yacimiento ibérico y romano. A nivel superficial, en los últimos años ya habían aparecido varios restos de material y algunos huesos humanos. Ahora, con la prospección en la zona con motivo de un cultivo de uva, los arqueólogos han encontrado indicios de un amplio yacimiento con una necrópolis romana donde se conservan varios esqueletos. El cementerio formaría parte del Camí de Llinda y posiblemente continúa hasta la capilla, a poca distancia del monasterio de Sant Sebastià dels Gorgs. En cuanto a restos cerámicos, se han identificado nueve silos y un mínimo de siete o nueve ánforas, además de numerosos fragmentos de vajilla.
La excavación se ha hecho las últimas semanas porque la zona de Cal Bou está considerada Espacio de Protección Arqueológica (EPA) desde 2001, de manera que cualquier intervención agrícola debe estar supervisada por expertos para preservar posibles hallazgos históricos. Fruto de los sondeos, el equipo de arqueólogos liderado por la cooperativa Arqueovitis ha encontrado como mínimo nueve estructuras de almacenamiento de cereales tipo silo datadas sobre los siglos II-I a.C., y un gran espacio repleto de restos romanos. El primer silo excavado tiene 1,9 metros de profundidad y ha sacado a la luz una gran concentración de fragmentos de ánforas, como mínimo entre siete y nueve de producción ibérica. Entre los otros materiales documentados en estos recipientes, los investigadores destacan dos bases de copas para beber vino importadas de la península itálica, así como platos, tenazas y otras formas de la cerámica ibérica. En cuanto a los otros silos –en proceso de excavación- de momento ha aparecido un rascador o raspador de piel de bronce, que se utilizaba como utensilio de higiene personal. Por otra parte, el equipo está trabajando en la recuperación de los esqueletos encontrados en la necrópolis. El primer individuo localizado, el más afectado por los rebajes de tierra, tiene encima de las rodillas una moneda de bronce de los años 347 y 348, época del emperador Constantino. El segundo individuo, encontrado en buenas condiciones, presenta como ajuar una aguja para el cabello hecha de hueso y se han identificado a su alrededor 21 clavos de hierro que estarían relacionados con el traslado del cuerpo hasta la sepultura. El equipo investigador augura que el yacimiento permitirá ampliar la historia de Avinyonet del Penedès, muy marcada por la Font de la Canya, otro gran yacimiento considerado el origen de la viña y el vino. La previsión era que la campaña en Cal Bou se alargara todo el mes de julio, con el apoyo económico del Ayuntamiento de Avinyonet del Penedès y Arqueovitis, a expensas de recibir una subvención del Departamento de Cultura de la Generalitat. De momento, sin embargo, las excavaciones han quedado paradas por motivos internos.
