La última campaña de bonos para comprar en el comercio local del municipio ha sido un nuevo éxito. Cerradas definitivamente las cifras, la ciudadanía usó el 98,5% de los bonos puestos a su disposición: 24.700 del total de 25.000 bonos emitidos. Como cada bono multiplicaba su valor por tres, la repercusión económica en los establecimientos participantes ha sido de 741.000 euros.
La campaña de bonos, la tercera de su tipo que se hace en Calafell, se desarrolló del 11 al 27 de noviembre. Son las fechas de menos ventas en el comercio local de todo el año. De hecho, por este motivo muchas tiendas hacían vacaciones en noviembre. Los bonos han conseguido revertirlo.
Según explica el Ayuntamiento, gracias a los bonos la facturación del comercio este noviembre ha sido similar a la de un mes de junio. Es decir, de ser la peor época de la temporada baja se ha pasado a tener resultados propios de la temporada alta.
Esta ha sido la tercera campaña de bonos que se pone en marcha desde que se declaró la pandemia, como una de las medidas de rescate y reactivación de la economía local. Las dos campañas anteriores terminaron con un éxito equiparable a la última.
El alcalde, Ramon Ferré, explica: “El comercio y la restauración, que también ha participado en los bonos, son dos de los principales motores económicos del municipio. Han sufrido mucho desde que empezó todo. Y cuando parecía que levantábamos cabeza, llega una nueva situación de dificultad”.
Ferré añade: “Las ayudas directas del Ayuntamiento y numerosas campañas comerciales, junto con actuaciones de otras administraciones, han favorecido la continuidad de muchos negocios y el mantenimiento de los puestos de trabajo”.