Las trabajadoras de guarderías de Sitges comienzan huelga indefinida

02 de febrero de 2023 a las 18:25h

Las trabajadoras de las guarderías municipales de Sitges han comenzado una huelga indefinida para forzar al Ayuntamiento a mejorar sus condiciones salariales y dotar a los centros de más recursos. El paro es de dos días por semana y lo convocan tanto las educadoras como el personal de limpieza y cocina, toda una plantilla que está externalizada a través de una empresa adjudicataria.

 

La reivindicación de las trabajadoras se remonta a más de una década atrás. “Llevamos doce años con el sueldo congelado”, recalcan, si bien ahora han redoblado la protesta porque el Ayuntamiento tiene que licitar el servicio para los próximos años. El gobierno local, sin embargo, asegura que la ley no permite establecer mejoras salariales a través de la licitación.

 

Los servicios mínimos del paro son del 50% de la plantilla, que deben abrir los centros abiertos de 9 ha 17 h, por lo que no es obligatorio ofrecer los servicios de acogida previos y posteriores. Según datos facilitados por el comité de huelga, el paro lo ha secundado el 100% de las trabajadoras exceptuando los servicios mínimos y a lo largo de este jueves han acudido al centro un 20% de los niños matriculados.

 

La portavoz del comité, Laura Chacón, ha recalcado que las reivindicaciones son tanto salariales como también respecto a la falta de personal para atender todas las necesidades de los niños. Aunque la lista de reclamaciones es larga, las más de 30 trabajadoras de las guarderías El Cercolet y La Moixiganga se muestran dispuestas a detener la huelga si se cumplen dos cuestiones: la equiparación salarial entre trabajadoras de un mismo rango y la recuperación de pluses adquiridos años atrás.

 

Respecto a la primera demanda, las trabajadoras recuerdan que una parte de la plantilla dispone de un plus de 300 euros instaurado por el gobierno municipal de hace tres legislaturas atrás. Si bien este plus fue retirado por gobiernos posteriores, una sentencia judicial obligó al consistorio a consolidar este dinero a las trabajadoras que ya lo habían cobrado.

 

Apuntan que a algunas empleadas que entraron posteriormente también se les incluyó en la nómina, y critican que las personas contratadas en los últimos años no dispongan de este complemento. La situación, recalcan, crea una amplia discriminación entre personas que asumen las mismas tareas.

 

En cuanto a los otros pluses, Chacón ha relatado que las trabajadoras tienen reconocido un suplemento por objetivos, el cual es variable y ha ido modulando a la baja a medida que los salarios base han incrementado anualmente por la actualización ligada al IPC. Insisten en que, a efectos prácticos, el sueldo les queda “congelado”. “Hace años el plus era de 211 euros y actualmente ha quedado en 0,61”, critican, lamentando que se están “empobreciendo” a medida que pasan los cursos.

 

Las empleadas insisten en pedir al Ayuntamiento que “busque la rendija jurídica que haga falta” para resolver esta situación, y quieren que se aproveche la nueva licitación para ponerle remedio.

 

El concejal de Educación, David Martínez, responde que la ley no permite introducir condicionantes de sueldo en el pliego de cláusulas de la licitación e insta a las trabajadoras a negociar los salarios con la nueva empresa adjudicataria. Martínez se ofrece a hacer de mediador cuando se haya licitado el servicio a la empresa que debe asumirlo a partir de la primavera.

 

Mientras tanto, las trabajadoras aseguran que se ha abierto la posibilidad de crear una comisión política y técnica para estudiar la municipalización de las guarderías. Chacón aplaude esta posibilidad, si bien hay informes previos que hasta ahora han descartado su viabilidad. El comité de huelga considera que la municipalización debe ser una solución a largo plazo y reclama respuestas inminentes.

 

Apoyo de las familias

Por su parte, numerosas familias han expresado su apoyo a las trabajadoras. La mayoría no han llevado a sus hijos a los centros, y buena parte de las que lo han hecho aseguran que ha sido por necesidad de conciliación laboral. “Entendemos que se hayan plantado después de esperar muchas mejoras que no llegan”, ha asegurado Esther Mas, una de las madres del centro, que ha lamentado las “dificultades” que conlleva no disponer de servicio de acogida durante la huelga.

 

Otra madre, Susana Vall, se ha mostrado “totalmente de acuerdo” con la protesta y ha reclamado al Ayuntamiento “más implicación” para resolver el conflicto laboral. “No podemos estar pendientes de una huelga que no sabemos cuándo terminará”, ha añadido.

 

A su vez, Aitor Torres, padre de un niño, ha alabado la tarea “fundamental” de las educadoras y ha asegurado que su lucha es “justa”. “Sitges es un municipio donde la población no ha parado de crecer en los últimos años, pero los equipamientos y servicios siguen sin evolucionar, y esto es inasumible”, ha apuntado.