La Policía Local de Sant Pere de Ribes ha levantado en los primeros siete meses de 2020 un total de 78 actas relacionadas con incumplimientos de las ordenanzas municipales, una cifra proporcionalmente similar a la registrada en todo 2019, cuando se levantaron 138. Lo que sí ha variado ligeramente ha sido el número de infracciones detectadas. Si el año pasado fueron 168, de enero a julio de 2020 han sido 83. De mantenerse el ritmo, se podría llegar a las 140 infracciones al finalizar el año.
Los meses de confinamiento por la crisis sanitaria de la Covid-19 no han afectado al número de incumplimientos de las ordenanzas municipales. Las variaciones han sido, en cambio, por tipologías de infracciones. Así, han bajado las derivadas de la tenencia de animales domésticos. Según ha indicado la Policía Local, este dato demostraría que las campañas intensivas llevadas a cabo en los últimos años han favorecido la regularización de la situación administrativa de los animales.
Por el contrario, se han incrementado en un 60% el número de actas levantadas en relación con conductas que provocan deterioro o ensuciamiento de la vía pública, comparando directamente los siete meses de 2020 con todo el 2019. En total, son 30 infracciones de enero a julio, entre las que destacan el abandono de trastos en la vía pública, las pintadas de grafitis y los excrementos de perros. También ha habido un aumento en la denuncia de molestias por ruidos, que suman 10 infracciones en lo que llevamos de 2020, frente a las 12 que se detectaron en 2019.
Beber en la calle y ocupación irregular de terrazas, otras infracciones
Otras infracciones denunciadas tienen que ver con el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, la ocupación irregular de terrazas, las licencias de venta en los mercados semanales, la intrusión en equipamientos públicos fuera de los horarios de apertura, la acampada, dar de comer a animales ensuciando la calle e, incluso, hacer necesidades fisiológicas en la vía pública.
Una de las infracciones que más preocupa es la relativa a los vertidos incontrolados. Por este motivo, en las últimas semanas agentes cívicos han llevado a cabo una campaña entre la ciudadanía para informarles de sus deberes y obligaciones en la gestión de residuos. En caso de reincidencia, se inicia un procedimiento que puede acabar en sanción si se detectan infracciones.