La CUP de Vilafranca del Penedès ha anunciado que no apoyará la propuesta de hacer un pacto de gobierno con Junts y ERC, lo que allana el camino al PSC para gobernar en solitario tras la victoria en las elecciones municipales.
Postconvergentes y republicanos habían ofrecido a los anticapitalistas hacer un acuerdo alternativo al gobierno en minoría anunciado por el PSC, de modo que el ejecutivo lo formaran 12 concejales frente a los 8 de los socialistas. Los cupaires, sin embargo, han cerrado la puerta. Lo han acordado en asamblea, ratificando el anuncio que hicieron en campaña, cuando aseveraron que no pactarían ningún gobierno o investidura del PSC o Junts “porque significaría continuar con las políticas de siempre, sin posibilidad de propuestas transformadoras”.
“Este posible pacto independentista es el segundo plato para Junts per Vilafranca, el cual no dudará en volver a configurar la sociovergencia de los últimos años”, ha afirmado este miércoles la cabeza de lista de la CUP en Vilafranca, Marta Soler.
Las decisiones de la CUP llegan después de que Junts anunciara en los medios la intención de formar un pacto independentista y que ERC se aviniera públicamente con un comunicado, poniendo sobre la mesa varios condicionantes. Entre estos, pedía ostentar la alcaldía durante los primeros dos años de la legislatura, incrementar el presupuesto para vivienda y activar diversos equipamientos a lo largo del mandato, como el CUAP y la Biblioteca Comarcal.
“Son puntos vacíos de contenido y no garantizan políticas transformadoras”, ha afirmado Soler, que considera la propuesta de pacto un “cheque en blanco” por su “falta de concreción”.