La cercavila de la fiesta mayor de Vilafranca del Penedès ha estrenado este año un tramo tranquilo, donde los bailes evitan el uso de pirotecnia con trueno y las collas bailan con música más baja para que los espectadores con alta sensibilidad también puedan disfrutar de la cita. Es una iniciativa de la asociación Autismo con Futuro, acordada con los administradores de la fiesta mayor y el Ayuntamiento, siguiendo los pasos de municipios como Mataró y El Vendrell. “Teníamos muy claro que la fiesta mayor tenía que llegar a todo el mundo”, resalta a la ACN una de las administradoras, Laura Cabezas. El espacio estaba pensado principalmente para personas con autismo y otros trastornos sensoriales, pero la ausencia de sonidos estridentes ha atraído sobre todo a muchas familias con niños pequeños.
Unas carpas señalizadas como ‘zona tranquila’ han permitido a las personas con sensibilidad especial disfrutar de la cercavila de la vigilia de la fiesta mayor, celebrada este martes al mediodía después de la icónica Tronada. Las collas de diablos, dragón y trabucaires han pasado sin hacer estallar ningún petardo y sólo han utilizado pirotecnia sin trueno. A su vez, los gigantes, los enanos, los cabezudos, el águila y los bailes blancos han actuado en este tramo danzando con sólo una de las tres grallas que habitualmente forman su acompañamiento musical.
“Los petardos y la música muy fuerte provoca mucho miedo a las personas con autismo, que se sienten muy agobiadas”, explica a la ACN la presidenta de Autismo con Futuro, Dolors Garcia, que celebra que se haya adaptado este nuevo tramo sin estímulos fuertes. “Por suerte avanzamos todos hacia una sociedad más empática que tiene en cuenta a todos los colectivos”, añade, en relación a la consolidación de espacios para personas con movilidad reducida y la introducción ahora de las nuevas áreas para personas con autismo y otros trastornos sensoriales.
En esta línea, los administradores de la fiesta mayor de Vilafranca también consideran que “todo el mundo tiene muy interiorizado” que hay espectadores que necesitan un espacio adaptado a sus limitaciones de movilidad o bien que hay actos donde es necesaria la lengua de signos para que todo el mundo los pueda seguir. “Pero hay que abrir más la mente para ver que hay otras necesidades que también podemos atender”, apunta Laura Cabezas, una de las cinco administradoras de la fiesta.
Cabezas agradece la predisposición de todas las collas a adaptar su actuación cuando pasan por el tramo tranquilo, y pide “responsabilidad” al resto de espectadores para respetar el uso de estas carpas únicamente para personas que lo necesiten debido a su sensibilidad especial “y no porque les sea más cómodo”.
Aunque la zona tranquila de la cercavila se ha creado pensando en personas autistas o con otros trastornos sensoriales, a la hora de la verdad el espacio también ha atraído a muchas familias que han visto la ocasión de disfrutar de la fiesta huyendo de los petardos que a menudo asustan a los más pequeños. Tanto en las carpas como a lo largo del tramo de calle más tranquilo, se han visto numerosos cochecitos y niños en brazos de los padres y madres.
“Hemos elegido venir a ver la cercavila aquí porque nos hemos enterado de que es un espacio sin petardos, y es idóneo para el pequeño de la casa, que es muy sensible a los ruidos”, relata Irene Baró, con un niño en brazos con indumentaria de la fiesta mayor y protegido con auriculares aislantes. Esta madre aplaude que la medida ideada para personas con autismo haya beneficiado de rebote “a mucha otra gente, tanto niños como personas mayores, que quiere disfrutar de la fiesta pero sin sonidos estridentes”.
“Hasta ahora muchos veníamos a la cercavila y nos escondíamos cuando pasaban las collas de fuego, pero queremos que disfruten de la fiesta sin tener que sufrir”, insiste, celebrando que la zona tranquila “sea de ayuda para muchos colectivos”.
Después de la cercavila de este mediodía, en la procesión de este martes por la tarde habrá un nuevo tramo tranquilo. Los dos espacios se han concebido como una prueba piloto, la cual se evaluará para ver si la medida se extiende a más actos de la fiesta mayor de 2024. Mientras tanto, sin embargo, desde Autismo con Futuro piden “ir más allá”. Agradecidos por la predisposición de Vilafranca y otros municipios como Mataró, El Vendrell y Reus, creen que la medida “no se puede limitar sólo a las fiestas mayores” e instan a los ayuntamientos a trasladarlo también a otros actos como la cabalgata de Reyes o las rúas de Carnaval.