Los vecinos de Coma-ruga y los muchos usuarios que se tienen que desplazar a la estación de tren de Sant Vicenç de Calders, siguen denunciando la falta de seguridad y la sensación de miedo en el paso subterráneo.
A finales del año 2016, se presentó en el ayuntamiento de El Vendrell una propuesta para los Presupuestos Participativos que finalmente fue una de las escogidas para su ejecución, y donde se exponían todas las carencias de seguridad que tenía este paso, como la falta de iluminación y falta de mantenimiento, además de solicitar cámaras de seguridad para el control de este paso y más puntos de luz.
Después de muchos meses de la aprobación de los Presupuestos Participativos por parte del ayuntamiento, lo único que se ha hecho como mejora en este paso, ha sido pintar y reemplazar el punto de luz que ya tenía. Según los vecinos se sienten engañados porque los problemas más graves, que son los de seguridad, no han sido solucionados.
