La exposición titulada "Armand Lluent (1943-2004): la figuración perdida" muestra más de una cincuentena de obras de este artista barcelonés conocido más fuera que en su tierra.
Pero la exposición no es simplemente un recorrido cronológico, no es únicamente un discurso antológico donde las piezas se sitúan agrupadas en etapas artísticas: el informalismo catalán, el expresionismo, el arte figurativo, el abstracto…No es tan solo un conjunto de piezas sin título, obras con una clara simbología cromática y con soportes diversos como telas, maderas reaprovechadas o fibra de vidrio… debemos mirar mucho más allá y debemos pensar, principalmente, que no fueron obras creadas para estar en un museo. ¡Nada más lejos de la intención del artista!
Las obras expuestas en la planta subterránea del Museo Deu fueron concebidas buscando la investigación del ser humano en el universo, por lo que son piezas que muestran la faceta más íntima del pintor, sin filtros ni exámenes de conciencia, lo que puede provocar en el espectador sentimientos de inquietud o rechazo y es del todo necesario advertir a los visitantes, ya que el Museo Deu recibe públicos muy diversos y de todas las edades.
Ya no podemos contemplar el arte del siglo XX esperando solo encontrar obras estéticamente correctas y agradables a la vista. Las vanguardias artísticas ya nos mostraron que los artistas sorprenden, inquietan e incluso escandalizan al público. Durante los años 60 del siglo pasado esta tendencia llegó al punto máximo donde el tema central de muchos artistas era la violencia y la autodestrucción.
La imaginación de Armand Lluent nos lleva a un mundo de niños que expresan sentimientos sin mirada, personajes sin rostro que comunican sentimientos, cabezas andróginas que parecen buscar el más allá y, principalmente, cabe destacar la serie de cuerpos desnudos de un tratamiento anatómico y compositivo perfecto, de una gama cromática de tonalidades cálidas y frías unidas con el fin de establecer un espectacular efecto lumínico.
Armand Lluent, pintor, dibujante, escenógrafo y grabador fue alumno de la Llotja, discípulo de Garcia Morales y admirador de Oskar Kokoshka y James Ensor. En 1973, después de participar en varias exposiciones colectivas, realizó su primera exposición individual. Su obra se ha expuesto en Girona, Madrid, Sevilla, Sitges, Reus, Francia, Suiza, Suecia y Alemania. Ahora, sus pinturas se pueden contemplar en el Museo Deu hasta el próximo 4 de junio.
