Este miércoles, 10 de agosto, ha entrado en vigor el RD-ley 14/2022, que, entre otros, define medidas para el ahorro y la eficiencia energética con el objetivo de reducir el consumo de gas hasta el 7%, tal como marca el límite pactado con Bruselas.
Una de las medidas más relevantes es la que prevé limitar el aire acondicionado en verano hasta los 27 grados y la calefacción en invierno hasta un máximo de 19, medida de obligado cumplimiento en los edificios de oficinas municipales.
Pero el Ayuntamiento de Vilafranca ya hace tiempo que trabaja para la reducción del consumo energético, con la doble visión tanto de reducir las emisiones de CO2 como de reducir el gasto público. Desde el año 2009, se trabaja en el marco del Pacto de Alcaldes y Alcaldesas, que fija las líneas estratégicas para la transición energética a través del Plan de Acción para la Energía Sostenible y el Clima (PAESC), con el objetivo de reducir el consumo energético y las emisiones de CO2 un 40% para el año 2030.
Es una tarea que se aborda de manera transversal desde varios servicios municipales, ya que implica diferentes líneas de trabajo.

Líneas de actuación
Con datos de 2018, a nivel de consumos energéticos municipales, el consumo de los equipamientos representaba el 53% del consumo, el alumbrado público el 33% y el consumo de la flota de vehículos el 14%.
En el caso del alumbrado público, se está llevando a cabo la sustitución progresiva de las lámparas de vapor de sodio del alumbrado público por luminarias LED. Actualmente, hay 2.507 puntos de luz LED (un 33% del total) y a finales de año se prevé que este porcentaje llegue al 45%. Con este cambio, se consigue reducir el consumo energético en más de un 60%.
En el caso de la flota de vehículos, se va electrificando la flota progresivamente (tanto la propia del Ayuntamiento como la de las empresas concesionarias de los servicios de limpieza, mantenimiento de espacios verdes, etc.), y se fomentan los desplazamientos de los trabajadores en bicicleta y motos eléctricas.
En el caso de los equipamientos, de gestión más compleja, se definen diferentes líneas de trabajo como son la rehabilitación de edificios para su mejora energética, como ha sido el caso de la Biblioteca Torras i Bages, el Centro Ágora, el Espacio Joven La Nau o la Casa de la Fiesta Mayor; el diseño de nuevos edificios con máxima calificación energética; la incorporación de energías renovables a los equipamientos como son la escuela Mas i Perera, el Archivo Histórico Comarcal, la Casa Feliu, la Casa de la Fiesta Mayor, la fotolinera del Ágora y próximamente Vinseum, la Fassina, el Ateneo Municipal y la escuela Pau Boada. En estos equipamientos se sustituye el alumbrado interior por alumbrado LED.
Para la concejala de Medio Ambiente, Lourdes Sànchez, estas inversiones, "sumadas a un uso responsable de los edificios como el control de las temperaturas de la climatización, el uso cuidadoso del alumbrado y el mantenimiento de instalaciones, deben permitir reducir el consumo y conseguir los objetivos marcados de ahorro energético, que redundan en un ahorro para las arcas municipales".
Vilafranca del Penedès implanta también todas estas medidas en el marco de la certificación Biosphere de destino turístico sostenible, que consiguió en el año 2017 y que va renovando periódicamente esta calificación. Esta certificación la comparte con una comunidad internacional que engloba destinos de diferentes países y empresas.
Se puede encontrar más información en la web mediambient.vilafranca.cat, en el apartado Vilafranca Energía.